La Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) analizó en su reunión de este la situación económica y sus perspectivas al inicio de este curso político, para alertar de que las señales de desaceleración económica “se ven agravadas por los anuncios de subidas de impuestos”.
En un comunicado, la patronal empresarial apuntó que el momento actual lo que requiere es un “esfuerzo para consolidar la recuperación y menos incertidumbre”. CEOE recordó que su Servicio de Estudios ha revisado a la baja las perspectivas para la economía española. En 2018, se estima un crecimiento del PIB del 2,7% (2,8% anterior) y para 2019 del 2,3% (2,6% precedente).
“Las previsiones siguen siendo positivas, pero la desaceleración prevista se ha intensificado levemente para 2018 y algo más para 2019”, apunta la organización empresarial.
CEOE constata que la economía “comienza a mostrar señales de pérdida de impulso” en algunos elementos que habían reactivado la actual etapa expansiva, como el bajo precio de las materias primas, sobre todo del petróleo, el descenso de la inflación, la “fortaleza” de los principales socios comerciales y el “notable” dinamismo del sector turístico nacional.
A ello se suma, según la patronal, la “incertidumbre creada por los anuncios sobre medidas fiscales que el Gobierno ha ido lanzando a la opinión pública desde la moción de censura” que acabo con el Gobierno de Mariano Rajoy y llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa.
Desde CEOE hicieron referencia, por ejemplo, a medidas como el impuesto a las tecnológicas, el impuesto sobre transacciones financieras, el gravamen específico sobre beneficios de las entidades financieras, el impuesto al gasóleo, el incremento del impuesto de sociedades, la tributación sobre beneficios obtenidos en el extranjero, las sicav o las socimis.
Para la organización, “en España no existe un problema de recaudación tributaria”. La recaudación de 2017, explicó CEOE, se situó prácticamente en los mismos niveles de 2007, máximo de la serie histórica, y la prevista para 2018 la supera.
“Lo que sí existe es un problema de gasto y de su gestión que se pretende sufragar subiendo la fiscalidad, en un momento en el que lo que se precisa es consolidación, contención del déficit, reducción de deuda pública, recuperación de empresas e inversión”, dijo la patronal.
“No ‘globos sonda’ para crear incertidumbre e inseguridad. Si aumentamos el coste de la energía, el coste financiero, el coste laboral, el coste fiscal, etc. El juego no puede ser de suma cero sino que tendrá su impacto en la inversión empresarial y en la creación de empleo”, sentenció.