CEOE ve difícil que se cumpla con el objetivo de déficit

La recesión de las economías emergentes y el «impasse político» en España tendrán un impacto acusado en la economía

A pesar del buen comportamiento de la recaudación, que llevó a los recursos no financieros a crecer a un ritmo del 3,8 por ciento, según datos de Contabilidad Nacional, y el menor crecimiento de los gastos (1,7 por ciento), CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) ve difícil que se cumpla con el objetivo de déficit del 4,2 por ciento pactado con Bruselas para 2015.

La patronal de los empresarios coincide así, en su último informe Panorama Económico, con la estimación que adelantaba la pasada semana el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, apuntando a la Seguridad Social y a las Comunidades Autónomas como principales causantes del incumplimiento. Mientras que la Administración Central habría hecho un mayor esfuerzo de contención y su déficit se cifra en el -2,3 por ciento del PIB (9 décimas menos que en 2014), las autonomías cerrarían el ejercicio con el -1,3 por ciento del PIB -casi el doble del 0,7 por ciento pactado- y los Fondos de la Seguridad Social aumentarían hasta el -0,3 por ciento (dos décimas más que en 2014), lo que se debe al escaso avance del 0,8 por ciento en los ingresos por cotizaciones sociales frente al gasto del sistema que crece a ritmo del 1,4 por ciento.

Por otra parte junto a la inestabilidad política que padece España desde las elecciones generales del 20 de diciembre el frenazo en el crecimiento de los países emergentes, especialmente China, vuelve a ponernos los pies en la tierra. La economía española podrá crecer durante un periodo estimado de seis meses (hasta verano), ahora bien de no revertirse la situación, tanto interna como externa, esta situación de calma chicha podría dar paso a fuerte marejada.

Desde CEOE alertan de que «la inestabilidad de los mercados financieros a nivel global está teniendo un impacto muy acusado en los índices españoles». El documento advierte de «la caída de en torno al 17 por ciento (hasta los 8.000 puntos básicos)» del IBEX, provocada por la inestabilidad de los mercados financieros a nivel global, así como de que «el refugio de los inversores en los bonos alemanes ha disparado la prima de riesgo española, que ha llegado a situarse por encima de los 150 puntos básicos, frente a los 125 de media del mes de enero», repuntando el tipo de interés del bono español a 10 años hasta el 1,75 por ciento.

Pese a la revisión de dos décimas, hasta el 2,8 por ciento, en las previsiones de crecimiento para España de la Comisión Europea, la patronal que preside Juan Rosell pone de relevancia «el significativo deterioro» del indicador de confianza del consumidor «en especial el de la tendencia de la economía en general».

En relación con el mercado laboral, en las cuatro páginas del documento explican que en la última EPA «se observan señales de estabilización en los ritmos de crecimiento de la ocupación».

Por otra parte los precios bajos del petróleo y la caída de los precios de la electricidad «han llevado de nuevo a la inflación a terreno negativo, aunque la subyacente se mantiene estable en el 0,9 por ciento apoyada por la favorable evolución del gasto de las familias». Circunstancia que ha beneficiado a mejorar por 29 mes consecutivo la competitividad de nuestra economía en relación con la de la Zona Euro.