Cepsa quiere hacerse con China

La compañía española anuncia la puesta en marcha de una fábrica petroquímica en China

Cepsa, una de las compañías más relevantes a nivel mundial, acaba de inaugurar una nueva planta química en Shanghái en línea con su estrategia de crecimiento y expansión internacional.

Con una inversión de 300 millones de euros se trata del mayor proyecto industrial de una compañía española en China y la mayor inversión de Cepsa en petroquímica desde que Ipic (propiedad del fondo soberano de Abu Dabi) se hizo con el control del grupo.

La instalación, inaugurada hoy por el Ministro de Industria, José Manuel Soria, convierte a la petrolera en el primer productor de cumenos (base para la producción de acetonas y fenoles) y en el segundo de estos plásticos que son utilizados como materias primas para fabricar productos de consumo básico relacionados con la informática, la aviación, la construcción o el ácido acetilsalicílico.

Construida sobre una superficie de 160.000 metros cuadrados, la planta tiene una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas de fenol, 150.000 de acetona y 360.000 de cumeno. El objetivo de la empresa es duplicar esta capacidad con un 10 por ciento de la inversión inicial que ha sido de entre 20 y 30 millones de euros, según ha explicado su consejero delegado, José Manuel Martínez. Actualmente, Ipic da un valor a Cepsa de 9.000 millones, por lo que el objetivo es superar los 18.000 a través de inversiones en nuevos proyectos y operaciones corporativas.

Además de ser la primera economía mundial, el país asiático es también el más poblado del mundo, con unos 1.360 millones de habitantes, una cifra que convierte a China en líder en la compra de vehículos con más de 23 millones vendidos y, en teléfonos móviles, con unos 455 millones de unidades, por lo que la elección de Shanghái como emplazamiento para el grupo no es fruto de la casualidad.

La petrolera ya cuenta con activos en países como Perú, Argelia, Kenia, Tailandia o Malasia. No obstante, quiere seguir ganando tamaño en Latinoamérica, Asia y África. Por ello, se plantea nuevas compras de compañías en exploración y producción con un valor de entre 2.000 y 4.000 millones de euros.