Cepyme ha solicitado este lunes al Gobierno la aprobación de un plan integral de apoyo a las empresa, dado que la cifra total de empresas que operan en España todavía es inferior a la registrada en 2019, el último año antes de la pandemia, cuando había un total de 1,34 millones de empresas.
En un comunicado, Cepyme recuerda que el número de empresas inscritas a la Seguridad Social en el mes de agosto fue de 1.310.699; lo que representa 16.735 empresas menos que las registradas en el mes anterior (-1,26%), pero un incremento de 13.911 empresas respecto del mismo período del año anterior (1,07%).
Por sectores, apunta que todas las ramas de actividad, excepto la agricultura, registran retrocesos en el número de empresas respecto del mes anterior.
Por todo ello, Cepyme reclama al Ejecutivo que tenga en cuenta la «delicada» situación que afrontan muchas empresas antes de tomar medidas que agraven más su situación directa o indirectamente.
Asimismo, urge un plan integral de apoyo a la empresa, similar al que lleven a cabo otros países europeos, que permita a las empresas españolas competir en igualdad de condiciones con sus homólogas europeas.
MÁS AYUDAS PÚBLICAS
En este sentido, Cepyme advierte de que no puede repetirse la situación vivida durante la pandemia, cuando las ayudas directas aprobadas por el Gobierno español para las empresas representaron tan solo el 0,6% del PIB, frente a porcentajes del 3,5% en otros países del entorno, como Alemania o Países Bajos.
«Unas ayudas que, además, deberían caracterizarse por su simplicidad en el acceso para evitar mayores costes a las empresas y, sobre todo, que se dé una situación de desánimo en su solicitud; circunstancia habitual entre las pymes, debido a lo complejo de algunos procesos administrativos», ha lamentado Cepyme.
La Confederación ha indicado que aunque el mes de agosto suele caracterizarse por la caída del número de empresas, preocupa el dato de este año, ya que se trata del segundo mayor descenso desde 2013.
Un dato, ha añadido, que encaja con el entorno «complejo e incierto» que está afrontando la empresa, en especial la pyme, y que se caracteriza por la «fuerte presión a la baja sobre los márgenes» debido a las importantes alzas de los costes, que sólo son transmitidas «parcialmente» a los clientes con el fin de no perjudicar la demanda.
De hecho, Cepyme ha afirmado que indicadores adelantados como los PMI reflejan que los nuevos pedidos en el sector manufacturero español volvieron a disminuir notablemente en agosto, al tiempo que en el sector servicios se apunta que también un cambio de signo en los volúmenes de nuevos pedidos.
En este contexto, la patronal de la pyme ha asegurado que el «previsible freno» de la actividad en este otoño complica el escenario para las empresas españolas, que afrontan un encarecimiento generalizado de los costes, especialmente de la energía y materias primas y un endurecimiento de las condiciones financieras, como consecuencia del incremento de los tipos de interés.
CRECE LA DEUDA EMPRESARIAL
Igualmente, Cepyme hace hincapié en que durante el primer trimestre de 2022, la deuda de las empresas españolas superó en casi 60.000 millones sus valores de finales de 2019 y, en junio, las renegociaciones de crédito de las empresas han aumentado un 26,2% en el mes, hasta 2.181 millones de euros, en un contexto en el que la rentabilidad de la pyme española ha caído casi en un tercio respecto a la época prepandemia.
Además, Cepyme ha advertido de que cabe esperar un incremento de la mortalidad empresarial en los próximos meses, también auspiciado por el fin de la moratoria concursal el pasado 30 de junio.