El Ministerio de Comercio de China ha anunciado este miércoles que llevará a cabo una investigación de las barreras al comercio y la inversión como consecuencia de las medidas adoptadas por la Unión Europea respecto de las empresas chinas a raíz del Reglamento de Subvenciones Extranjeras.
La apertura de esta investigación por parte de las autoridades chinas responde formalmente a la solicitud presentada el pasado 17 de junio por la Cámara de Comercio de China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos, con especial atención a productos como locomotoras ferroviarias, energía fotovoltaica, energía eólica y equipos de inspección de seguridad.
En este sentido, el Ministerio de Comercio de China señala que la UE ha adoptado medidas relevantes en materia de revisión preliminar, investigación en profundidad e inspección sorpresa de empresas chinas de conformidad con el Reglamento sobre Subvenciones Extranjeras y sus normas de aplicación.
Durante el periodo de investigación, que deberá completarse antes del 10 de enero de 2025, aunque podrá extenderse hasta el 10 de abril de 2025 en circunstancias especiales.
En este sentido, las partes interesadas deberán enviar sus comentarios sobre cuestiones relacionadas a la Oficina de Investigación de Remedios Comerciales del Ministerio de Comercio dentro de los próximos 20 días.
Las tensiones comerciales entre los dos bloques han ido aumentando en los últimos meses y hace menos de una semana que entraron en vigor los aranceles de hasta casi el 38% que la UE impondrá a los automóviles de batería eléctrica importados desde China, si bien lo hará de manera temporal mientras negocia con Pekín una «solución» a largo plazo para los subsidios que reciben los fabricantes chinos y que los europeos ven como una ventaja «desleal» contra sus marcas.
Si de aquí a noviembre Bruselas considera que los aranceles deben volverse definitivos deberá entonces presentar una propuesta formal a los Veintisiete, que podrán aprobar o tumbar la decisión por mayoría cualificada. Si las capitales no logran sumar la mayoría necesaria ni a favor ni en contra, el Ejecutivo comunitario podrá entonces imponer los aranceles.
De su lado, Pekín respondió a la medida con el anuncio horas después de una investigación sobre el sector del porcino europeo.