China ha confinado este lunes la ciudad de Baise con 3,5 millones de habitantes tras detectar más de 70 nuevos casos de COVID-19 en los últimos tres días.
En la ciudad de Baise, región sureña de Guangxi Zhuang, ha notificado este domingo 37 nuevos casos de COVID-19 y ha aumentado a más de 70 el número total de personas contagiadas con el virus.
Baise está ubicada a 100 km de la frontera con Vietnam y detectó el viernes su primer contagio local del virus.
Las alertas se han disparado en el país por la irrupción de la variante ómicron, detectada el jueves 13 de enero en la ciudad de Dalian, residencia de siete millones de personas y puerta clave de entrada para suministros.
Desde que comenzó la pandemia, China mantiene una política de confinamientos estrictos, pruebas de detección de COVID-19 masivas y rastreo de contactos para intentar evitar brotes del virus.