Impera hoy la calma en los parqués asiáticos, animados tras conocer que China pretende liberalizar por completo los intereses de los depósitos bancarios.
Algo que supondría un paso decisivo para la reforma de su sistema financiero, aún muy controlado por el Estado. En el marco de la celebración de la Asamblea Nacional Popular, el gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, ha asegurado que se trata del paso final de flexibilización de las tasas de interés y que existe una presión del mercado para que se lleve a cabo lo antes posible. Además, ha reconocido que esta reforma hará que las tasas de interés suban a corto plazo, pero cuando la asignación de recursos mejore y la competencia desempeñe su papel, las tasas bajarán, debido a la relación normal entre la oferta y la demanda. Xiaochuan también ha avanzado que muchas otras reformas se van a completar en dos o tres años.