Jamás se debe darle una habitación en la planta cuatro
Exquisitos, supersticiosos y cuando salen de su país quieren sentirse como en casa. El turista chino no es igual que el del resto de países. Sus tradiciones, costumbres y demandas los hacen más especiales que los demás. Hay que cuidarlos con mucho mimo ya que es uno de los mercados emisores con mayor provenir y rentables.
Adoran ir de compras, gastarse el dinero en productos exclusivos y de gran calidad pero a la vez sentirse querido, como si no hubiese salido de su país. Es por ello que cada vez más los hoteles intentan adaptarse a sus requerimientos. Ser un hotel “Chinese Friendly” es una tarea bastante complicada y que hay que estudiar con detenimiento. El Hotel Barceló Sevilla Renacimiento ha sido el primero de nuestro país en obtener dicha calificación, un reconocimiento otorgado por parte de la Administración Nacional de Turismo de China (ANTC) en 2012.
La mayoría de los elementos que hay que tener en cuenta para agasajar a un cliente chino “tienen que ver con aspectos relacionados con su cultura, con su relación con elementos naturales como el agua, con sus gustos gastronómicos y con su adoración por los productos y las marcas de lujo”, explica el director del Hotel Barceló Sevilla Renacimiento, Miguel Estévez.
Es un asunto más fácil de lo que parece. Seis claves de las cosas que se debe hacer y tres prohibidas. La primera de ellas consiste en alojarlos en la planta sexta u octava porque el primero de ellos es un número relacionado con la fluidez y falta de obstáculos y el segundo se pronuncia igual que la expresión ‘gran fortuna’. Nunca se debe alojar un turista chino en la planta cuatro porque su pronunciación es similar a la palabra ‘muerte’.
Agua y productos chinos
Por otra parte, aman el agua caliente. Es preciso facilitárselo tanto en la habitación como en el restaurante, ofreciéndoles la oportunidad de preparar té chino y una sopa ya preparada con la que siempre viajan y a la que sólo hay que añadir agua. Eso sí, no hay que ofrecerles un té cualquiera puesto que sólo beben té chino de gran calidad. Además, como buenos amantes del agua es preciso darles habitaciones con bañera, nunca con duchas.
Aunque hay productos españoles que disfrutan degustando, es importante tener a mano aquellos otros imprescindibles en su dieta, como es el arroz, leche de soja o salsa de soja.
Rutas por tiendas exclusivas
Los turistas chinos destacan por dejarse una importante cantidad de dinero en cada tienda que pisan. Concretamente, el gasto en cada establecimiento ronda los 1.000 euros y no por que compren mucha cantidad, sino porque demandan productos exclusivos. Es por ello que el hotel debe prepararles rutas por las tiendas más lujosas de la ciudad, rutas que deben conocer en recepción.
El problema a la hora de atender sus necesidades momentáneas es el idioma. La mayoría de chinos no hablan inglés ni cualquier otra lengua y es necesario traducir las señales del hotel y la carta del restaurante al chino mandarín y contar también con personal que hable dicho idioma con fluidez.