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Cinco conciertos ExVita que no dejan a nadie indiferente

ExVita es un concepto musical. La plataforma empezó a funcionar hace tres años y por él ya han pasado decenas de artistas que han adaptado su propuesta a las características técnicas del espacio, creando actuaciones irrepetibles. En este artículo ponemos el foco en cinco propuestas muy innovadoras que se valen de instrumentos clásicos que se ven obligados a sonar muy lejos de su zona de confort. El resultado: increíble.

El arpa de Musgö

La artista gaditana ha lanzado recientemente su segundo disco, que supone un salto en su carrera. Si en «Open the gate» su sonido estaba centrado en el arpa, en «Un sendero» cobran protagonismo otras circunstancias, como la propia voz de Musgö, en andaluz, o la producción de Chris Webb, experto en música urbana que ha hecho confluir la propuesta de la artista con estilos como el hip hop, el afrobeat y el flamenco. La sesión en ExVita es una fusión entre el espacio, que llama a lo íntimo y acústico, con todo ese volcán de sonidos que alberga el nuevo trabajo de Musgö. En la sesión tocó «De la noche el sueño», «Guíame» y «Tulipanes rojos».

El violín de Bela Ālban

En esta banda se unen dos personas con una amplia trayectoria por separado en la música. Acaban de lanzar su primer disco y están pensando en el siguiente. Su música es un cocinado perfecto, con ingredientes cuidados y medidos. El violín de Iria Armesto empasta a la perfección con la voz de Fabio Cebral, al punto de que en la actuación hay momentos en los que parecen lo mismo. La propuesta de la banda es eléctrica, de hecho hacen lo que ellos llaman «dream pop cariñoso»; y llegó completamente desnuda al sótano de ExVita. Tocaron «Yo solo pienso en ti» y «Un final feliz» en acústico puro. No pasa inadvertida la guitarra de Fabio, pero este artículo va de otra cosa.

El timple de Hirahi Afonso

El timplista canario ponía del revés la escena musical con «Lo puro». La circunstancia de este disco es que Hirahi no canta ni escribe canciones, y por ello, creó un proyecto en el que confluyen las voces y los sonidos deseados por él, para que den forma a sus melodías. Todo lo que suena en las canciones y todo lo que se dice en las letras, tiene fuerza poética y aun así, el timple canario es el protagonista en cada uno de los temas. Al estudio ExVita, Hirahi Afonso llegó acompañado por Julia Rodríguez (voz y pandero cuadrado) y Ner Suárez (guitarra) e hicieron versiones mágicas de «Danza olvidada», «Edad del sol» y «Dentro».

El contrabajo de Magalí Sare & Manel Fortià

Se definen como un dúo experimental de voz y contrabajo y aunque llevan carreras en solitario con sustancia, de vez en cuando se unen para sacar adelante proyectos como «reTornar». El centro de todo su espectáculo es el contrabajo que sintetiza una idea que va más allá de ser un instrumento de cuerda: sirve para la percusión, para crear scratchings analógicos, e incluso hace de bailarín en la performance que los artistas han preparado para cada uno de los temas. Si hay una actuación que no deja indiferente en ExVita, es esta, en la que la voz de Magalí consiguió emocionar con «Tornar», «Verdad amarga» y «Barco negro».

La botella de anís de Anís Guateque

La botella de anís es tan importante en el sonido de la banda que incluso sirve para darle nombre. Comenzaron haciendo «cumbia castiza» y aseguran que la botella es el güiro español. Laura, Nuria, Carlos y Sebas se acercaron a ExVita en representación de toda la banda y dejaron para la posteridad una propuesta completamente distinta a la que encontramos tanto en sus discos como en sus directos. El primer regalo fue «Si yo fuera», una tonada cacereña que en principio nada tiene que ver con su oferta musical y que hace viajar a sitios del cerebro en los que se esconden los sonidos ancestrales. En segundo lugar, tocaron «Cumbia de la sintaxis», uno de los grandes hits de la banda y que define su propuesta global.

ExVita es la plataforma de ExPERPENTO para la promoción de la música emergente en directo para proyectos de aceleración cultural en la Comunidad de Madrid, financiado por el Plan de Recuperación y Resiliencia de España – Fondos Next Generation.

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