Cada vez es mayor el número de monumentos, destinos y empresas turísticas que prestan más y mejor atención a las personas con movilidad reducida o cualquier otro tipo de limitación física
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.000 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de discapacidad. Es decir, aproximadamente el 15% de la población mundial se enfrenta en su día a día a las dificultades propias de su enfermedad así como a los retos que la falta de infraestructuras o servicios accesibles pueden suponerles. En España, estos números son similares: los últimos datos extraídos por el Instituto Nacional de Estadística muestran que el 9% de la población española (casi 4 millones de personas) tienen algún tipo de discapacidad.
Siguiendo con las cifras, la Organización Mundial del Turismo estableció en su barómetro anual de 2019 que 1.500 millones de personas viajaron por el mundo. Es decir, que con los anteriores datos en la mano, es posible hablar de que, potencialmente, en 2019 hubo más de 100 millones de turistas que contaban con algún tipo de discapacidad o limitación física.
En ese sentido, desde hace varios años se ha impulsado la idea de que el turismo accesible no puede limitarse a borrar o salvar barreras arquitectónicas, sino que tiene que ir mucho más allá: debe permitir a todas las personas, sin importar sus patologías, disfrutar por igual de la experiencia turística. Afortunadamente, son muchos los agentes turísticos que han entendido esta filosofía y han adaptado su oferta a las necesidades especiales de cualquier colectivo.
Por ejemplo, Civitatis ofrece a sus clientes más de 10.000 visitas guiadas o excursiones plenamente accesibles, de las cuales casi 2.000 tienen lugar en España. Entre estas actividades accesibles se encuentran algunas de las más populares dentro de la plataforma online española, como el free tour por París, que cuenta con un itinerario trazado atendiendo a la accesibilidad plena de todos los asistentes, o la excursión de contrastes de Nueva York, donde el vehículo que recorre los barrios del Bronx, Queens y Brooklyn está adaptado para aquellos turistas que requieran del uso de silla de ruedas. Además, de cara a evitar sorpresas indeseadas, Civitatis marca claramente en la descripción de sus actividades la accesibilidad de las mismas, de modo que los turistas puedan estar informados al respecto incluso antes de reservar la experiencia.
Fuente Comunicae