Coca-Cola obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.483 millones de dólares (1.312 millones de euros) en los tres primeros meses del año, cifra que supone un 4,7% menos que en el mismo periodo del año anterior, según informó la multinacional.

Las ventas cayeron un 14% en Eurasia y África, un uno por ciento en Europa, un 12% en Latinoamérica y cuatro puntos porcentuales en Asia Pacífico, aunque incrementaron dos puntos en Norteamérica. Esto ha llevado a que los ingresos por operaciones crecieran un cuatro por ciento menos, a lo que cabe añadir el impacto negativo del cambio de moneda, alcanzando un total de 10.282 millones (9.099 millones).

«En medio de un entorno macro desafiante, el enfoque continuado en nuestras cinco iniciativas estratégicas  nos permitieron ganar cuota de valor global en el primer trimestre», destacó Muhtar Kent, presidente y consejero delegado de la empresa.

Pero todavía quedan nueve meses por delante, periodo en el que la compañía pretende remontar y finalizar el ejercicio con un crecimiento orgánico de la  facturación de entre el cuatro y cinco por ciento, el línea con el objetivo de la compañía a largo plazo.