Muchos negocios requieren el uso de un coche de empresa, pero no siempre es seguro si la inversión merecerá la pena. Especialmente entre las pymes, hacer un desembolso de miles de euros no es una decisión que se tome a la ligera y, por eso, hoy queremos hablaros del renting flexible, una fórmula para que solo pagues por tu vehículo de empresa cuando vayas a utilizarlo. El pago por uso no para de crecer en España y todo apunta que ha venido para quedarse. Descúbrelo todo sobre este modelo y consigue un coche de empresa sin tener que comprarlo.
La necesidades de movilidad para empresas
Desde las grandes corporaciones internacionales, hasta pymes y autónomos, desplazarse es una necesidad común en todas los sectores profesionales. Tanto si tan solo necesitas que tus comerciales puedan moverse de un sitio a otro, como si tu actividad requiere transportar mercancías o herramientas, disponer de un vehículo de empresa es una solución ideal. Sin embargo, muchas empresas se lanzan a comprar un turismo o una furgoneta sin tener en cuenta que existen otras alternativas a la compra que pueden adaptarse mucho mejor a las necesidades de sus negocios.
Desventajas de comprar coches de empresa
Especialmente para autónomos y pymes, a pesar de que sea una necesidad fundamental para continuar con su trabajo, la compra de un coche de empresa puede ser inviable por los siguientes factores:
Inversiones y gastos desorbitados
La cantidad de gastos asociados a un coche de empresa es mucho mayor de la que podría parecer en un primer momento. Además del coste del vehículo en sí mismo, tener un vehículo en propiedad supone pagar una entrada, el IVA, la matriculación y los impuestos de circulación. Por no hablar de lo caro que termina resultando el mantenimiento. Además, a nivel financiero, hay que tener en cuenta las posibles comisiones por el financiamiento y el valor que pierden con el tiempo.
Falta de flexibilidad
Si las necesidades de la empresa cambian, no hay nada que se pueda hacer si el vehículo ya está en propiedad. Para cambiarlo deberás venderlo y adquirir uno nuevo. ¿Qué pasa si un año después de la compra ya no hace falta ningún vehículo? Dependes de que el valor del mismo no haya caído tanto como para perder toda la inversión, una desventaja considerable.
Usa el renting flexible para tener un coche de empresa sin tener que comprarlo
En primer lugar, la inversión inicial se reduce de forma increíble. No hay costes de mantenimiento ni reparacionesporque todos esos gastos se incluyen en la cuota. Pero, sin duda, la mayor ventaja con respecto a la compra es la flexibilidad. Con un renting flexible, puedes contratar tu coche por meses y, si ya no lo necesitas, devolverlo. Puedes incluso cambiar tu vehículo por uno que se adapte mejor a las necesidades de tu empresa, convirtiéndolo en una opción muy atractiva.
Ahora que ya sabes cómo conseguir un coche de empresa sin comprarlo, no dudes en informarte. Si necesitas una forma de moverte para tu actividad profesional, pero no quieres gastos innecesarios, esta puede ser la alternativa perfecta para ti.
