El entrenamiento personal y las prácticas deportivas son actividades que atraen a miles de personas que semana a semana las practican por razones de salud, de imagen personal o por hobby.
Gracias a la alta cantidad de personas con interés en este mundo, los gimnasios representan un buen negocio; sin embargo, es imprescindible considerar la rentabilidad del mismo.
En este sentido, quienes desean saber cómo ser entrenador personal autónomo e iniciar su propio gimnasio deben tener en cuenta lo relacionado con Seguridad Social y Hacienda. Al respecto, los expertos de Asesoría Fiscália traen claridad sobre el tema.
Trabajar como entrenador personal autónomo en España
En España no existe una legislación específica relacionada con las exigencias o requisitos para ser un entrenador personal, por lo que no es necesario tener un título profesional como aval. Sin embargo, es importante que, quien vaya a ejercer este oficio, cuente con una preparación que le dé credibilidad y ofrezca seguridad y confianza a sus clientes. Con esto en mente, el entrenador personal autónomo debe pagar a Seguridad Social las cuotas mensuales de autónomos de su propia cotización, las cuales se basarán en su rendimiento neto. En el caso de que el negocio sea nuevo, se puede acoger a la tarifa plana de 80 euros en el primer año. En cuanto a Hacienda, debe pagar impuestos con el modelo IRPF e IVA, de acuerdo al epígrafe empresarial. Además, si el local utilizado para el gimnasio es alquilado, también debe pagar el 19 % de retenciones del precio del local por la cantidad de meses que haya utilizado el local en el trimestre. Ante todo esto, es importante sacar cuentas para determinar si es rentable realizar el negocio bajo estas circunstancias.
Recomendaciones para iniciar el negocio de entrenador personal con el menor coste
Antes de comprar equipos e implementos para el gimnasio, aunque no sea una gran inversión, es recomendable darse de alta como autónomo. Con esto se puede obtener una reducción en el pago de impuestos y las compras se pueden incluir como gastos. También se recomienda acogerse a la tarifa plana de 80 euros en el primer año. Por otro lado, las personas que están cobrando alguna prestación por desempleo deben capitalizar su paro para conseguir un pago único y, de esta forma, tener más para la inversión inicial. Otra idea que puede ser de gran ayuda es conseguir una subvención o ayuda para emprendedores, tanto a nivel local, provincial o nacional. En último lugar, es posible conseguir una financiación externa con algún banco.
Para comenzar este negocio, es importante asesorarse con profesionales que puedan orientar acerca de los impuestos y otros aspectos fiscales y tributarios relacionados. En Asesoría Fiscália ofrecen asesoría especializada que puede ser de gran valor a la hora de iniciar en este negocio.