Los procedimientos de proyección del mentón y contorno mandibular ayudan a dibujar los ángulos favorecedores del rostro.

Estos tratamientos permiten reestructurar la pérdida de soporte óseo relacionada con el envejecimiento o tratar casos donde la parte inferior de la cara es más pequeña que el maxilar superior. Al mismo tiempo, armonizan el tercio facial inferior, brindando definición y realzando los rasgos faciales de aquellos pacientes que buscan mejorar su apariencia.

Desde la clínica Longetivy, los expertos en medicina estética, el Dr. Rafael Navas y la Dra. Eva Garrigós, hablan sobre el tema.

La Dra. comenta que “es un tratamiento que se realiza tanto en hombres como en mujeres, pero cambiando las proporciones, ya que hay diferencias. En el caso de la mujer el mentón que se busca es más delgado y fino y en el hombre lo que se busca es un mentón más cuadrado.”

La utilización de ácido hialurónico es clave para lograr estos objetivos estéticos con elegancia y naturalidad. El Dr. explica la relación entre ambos tratamientos «pueden ser independientes o complementarios dependiendo de cómo se encuentren ambas estructuras.” Añadiendo que “lo que está bien no lo modifiques, sin embargo, aquello que se ha perdido, deteriorado o denota signos de cansancio se puede tratar con unos resultados francamente satisfactorios.»

De igual manera, podemos diferenciarlos entre ellos, ya que «uno consiste en marcar o definir la línea que separa el rostro del cuello y el otro en avanzar el mentón en su línea media para equilibrar el área peribucal», añade el Dr. Navas. Complementando esta información la Dra. Garrigós especifica que cuando hablamos del mentón, entendemos la parte anterior de la cara y el ácido hialurónico se va a depositar sobre esta zona.

En relación con la duración y el procedimiento, los doctores comentan que  «la duración estimada en sus pacientes es alrededor del año, año y medio en el caso de utilizar rellenos dérmicos como los de Laboratorios Teoxane.  A través de mínimos orificios en la piel alcanzamos los diferentes planos anatómicos en los que infiltramos ácido hialurónico para lograr el objetivo.» «Los beneficios de estos tratamientos pasan por aumentar la autoestima del paciente puesto que logramos equilibrar los rostros, masculinizamos o feminizamos según el género, retrasamos los signos de envejecimiento y paralelamente logramos un aspecto más saludable de la piel por una mayor hidratación.»

En el caso de las mujeres, incluso se pueden eliminar rasgos de agresividad, porque “Cuando falta mentón, se tira mucho del músculo mentoniano, creando un gesto de tensión. El ácido hialurónico puede relajar la zona, liberando esta tensión y suavizando los rasgos”.

En cuanto a la recuperación, parece ser que “Las cirugías la tendrán más extensa y dolorosas, mientras que el tratamiento con hialurónico se realiza en consulta y puede durar aproximadamente 30 minutos, dependiendo del paciente y lo que se trate.”

El éxito del tratamiento siempre estará vinculado con un diagnóstico previo del paciente donde se estudie en detalle cada caso particular, para garantizar resultados adaptados a las necesidades de cada uno.

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