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Continúa la expansión de la franquicia española del gofre de burbujas Llooly

La expansión de la que fue la primera marca en traer a España el gofre con burbujas, o bubble waffle, continúa en auge. La masa de estos gofres es única y está elaborada con una fórmula secreta que se moldea en forma de cono inflado y dentro contiene helado artesanal, nata, toppings y siropes que agrada tanto a pequeños como a grandes. La franquicia Llooly tiene a disposición una diversidad de productos fríos y calientes, que les hacen tener una máxima rentabilidad.

Variedad para obtener alta productividad

La masa especial es el punto de partida para elaborar los bubble waffles en una máquina de tecnología alemana. Los usuarios pueden elegir su masa de vainilla o chocolate, y decidir si para el relleno prefieren helado o nata montada. Más de 15 tipos de toppings, que pueden ser frutas, chocolates, caramelos y frutos secos, coronan este dulce, cuyos orígenes se remontan a las calles de Hong Kong. El baño con sirope es el toque final para este gofre lleno de sabor y color.

Además de los bubble waffles, la empresa también es pionera en ofrecer ice rolls, además de bollería, repostería, cafés, tés, smoothies y otras opciones que atrapan el gusto de los comensales. De esta manera, la rentabilidad del negocio se mantiene alta, independientemente de la época.

La franquicia genera varias ventajas

La licencia de franquicia se puede adquirir en tres modalidades: el kiosko o isla, de 8 metros cuadrados; el local Take away, de 10 metros cuadrados; y la estructura Store, de unos 40 metros cuadrados. En todas las versiones, la inversión es la más baja del mercado, con la óptima rentabilidad que les da el hecho de ofrecer productos únicos, de máxima calidad.

Los emprendedores interesados en abrir un local Llooly tienen la oportunidad de contactar a la casa matriz llenando el formulario disponible en la página web, o vía telefónica. La asesoría permanente del equipo de profesionales de la empresa permite adaptar los locales a cualquier espacio.

Una de las claves para el éxito de los locales es adaptar la variedad de productos de acuerdo con los patrones de consumo en la zona donde se abra la nueva franquicia. En todos los casos, los locales no generan humo, porque no es necesario instalar una cocina. Madrid, Barcelona, Badajoz, Calpe, Dénia, Castellón y otros lugares ya cuentan con este local único en su estilo.

Otra de las ventajas de adquirir una franquicia Llooly es que los franquiciados no pagarán cánones de afiliación a la marca, ni royalties. La representación y el apoyo de la marca garantizan rentabilidad, estabilidad y expansión permanentes.

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