Coxabengoa se ha adjudicado la primera fase de la que será la mayor planta desaladora de Taiwán, con una capacidad de 200.000 metros cúbicos al día, según ha informado este jueves la compañía, que ha destacado que con esta primera adjudicación en el país refuerza su cartera en Asia y Oriente Medio.
La planta, ubicada en Tainan, al sur de Taiwán, permitirá suministrar agua potable a un millón de personas en un país con gran necesidad de agua para el consumo humano, así como satisfacer las necesidades de agua para la industria de semiconductores en la isla.
El proyecto contempla la ejecución y operación durante 15 años de una planta desalinizadora por ósmosis inversa de agua de mar para la Agencia de Recursos Hídricos, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán, como cliente final.
La construcción y puesta en marcha de la planta, que empleará a 200 personas en el momento de mayor intensidad del proceso, se realizará en dos fases.
En la primera fase se alcanzará la capacidad para suministrar 100.000 metros cúbicos diarios de agua y se dejará preparada para la segunda fase, en la que se alcanzarán los 200.000 metros cúbicos.
Desde la adjudicación de los activos de Abengoa por parte de Grupo Cox en abril de 2023, el equipo de Coxabengoa se ha centrado en reorganizar el negocio y los activos y transformar la empresa en una ‘utility’ global de agua y energía.
Así, las áreas de infraestructuras/líneas de transmisión se han integrado, junto con la de operación y mantenimiento, para apoyar a los negocios principales del grupo.
Además de la adjudicación de la desaladora en Taiwán, Coxabengoa ha puesto en operación ‘Taweelah’, la mayor planta desaladora de ósmosis inversa del mundo, ubicada en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
Con una producción de casi un millón de metros cúbicos diarios, la planta de ‘Taweelah’ garantiza el suministro a cuatro millones y medio de personas aproximadamente durante todo el año.
Esta planta es la primera del emirato a gran escala que combina la producción de agua potable con la generación de energía limpia, gracias a una instalación fotovoltaica de 70 megavatios pico (MWp) de potencia, lo que permite a la desaladora autoabastecerse de energía renovable.