La utilización de los pagos fraccionados es útil cuando el comprador necesita adquirir un bien o un servicio, sin necesidad de desembolsar el importe íntegro en el momento de la compra.
Las formas tradicionales de aplazamiento en el punto de venta suponen trámites complejos y aportar bastante documentación o solicitar la financiación a la entidad bancaria tras realizar una compra con tarjeta. Sin embargo, actualmente existen otros sistemas de pago más sencillos e inmediatos que brindan más facilidades a la hora de gestionar los pagos de los diferentes gastos del día a día.
Un ejemplo de ello es plazox, un servicio que se presta a consumidores y comercios físicos o de Internet para mejorar la experiencia de pago. Su ventaja principal es la facilidad con la que el cliente que lo precise puede acceder al fraccionamiento de sus compras en el momento del pago, de forma instantánea y sin incurrir en tediosos trámites adicionales.
El pago aplazado de plazox
Pagar de manera fraccionada es, por definición técnica, una opción que tiene el comprador de liquidar una compra en cuotas que pagará poco a poco. En este sentido el servicio plazox agrega aún más facilidades a la hora de dividir las compras realizadas con tarjeta de crédito, ya que permite al usuario gestionar el fraccionamiento del pago en el mismo terminal físico o virtual del comercio, donde se pasa la tarjeta o se introducen los datos, pudiendo escoger entre 3, 6, 9 o 12 plazos.
Algunas de las más importantes entidades bancarias de España están ya adheridas a este servicio. Los titulares de tarjetas de crédito de estas entidades no tienen que hacer ningún trámite adicional, la propia entidad habilita sus tarjetas de crédito de manera que, al pagar en los comercios adheridos, se mostrarán las opciones de fraccionamiento de forma automática. Esto facilita las gestiones tanto al comercio como al comprador que podrá elegir pagar poco a poco, sin esperar aprobaciones adicionales, estando siempre disponible la opción de no fraccionar, si ese fuera el deseo del usuario.
plazox pone todo al alcance
Con plazox, es posible fraccionar todo tipo de compras. Los representantes de la firma informan de que la cantidad mínima a financiar es de 60 euros. Esto es bastante menos que otros servicios parecidos que existen en el mercado lo que amplía las posibilidades de acceso de los consumidores a este tipo de facilidades de pago.
Un dato importante que destacan los portavoces de plazox, es que prorrogar los pagos no significa falta de liquidez o endeudamiento; es más bien una alternativa que les puede ayudar a ordenar sus gastos de manera más eficiente y controlada. De esta forma, los usuarios pueden pagar a plazos las visitas al taller, al dentista o también viajes turísticos, comidas familiares en restaurantes y compras de bienes como teléfonos u ordenadores y se les aplicarán las condiciones ya convenidas en el contrato que tengan con la entidad bancaria emisora de su tarjeta de crédito.
Para los comercios, el ofrecimiento del servicio supone también muchas ventajas. Con plazox, pueden ampliar significativamente el tamaño de su clientela potencial. Además, se trata de un servicio que no supone ningún coste adicional ni el comercio asume ningún riesgo y la disponibilidad del servicio es inmediata tras la activación remota del servicio por parte de su entidad bancaria.