La recesión económica no solo ha cambiado la forma de actuar y sobrevivir de las empresas, especialmente en aquellas de menor tamaño, sino también en las exigencias que desde los bancos les piden para acceder a la financiación.
Visto lo acontecido en los años atrás toda precaución es poca para no fracasar en la ampliación del tejido empresarial y las entidades financieras no se arriesgan a la hora de prestar el dinero. Y es que cuanto menor sea su tamaño mayor son los problemas para obtener capital.
Aquí, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) son “imprescindibles” para lograr los recursos económicos precisos. Lo ha dicho el presidente de CEOE, Juan Rosell, que también califica la intervención de estas organizaciones sin ánimo de lucro como “importantes” y las cuales “hay que dar a conocer entre las pequeñas empresas”. Y es que las SGR avalan a más del 70 por ciento de las pymes, las cuales sin su ayuda no habrían obtenido el capital necesario.
Este es un tema que se lleva tratando desde hace tiempo, pero la CEOE quiere insistir una vez más en el importante papel que desempeñan este tipo de organizaciones en las pequeñas y medianas empresas, unas compañías que representan más del 90 por ciento del tejido empresarial.
Actualmente, el 45 por ciento de las pymes se enfrentan a situaciones de pérdida y otro 75 por ciento están completando los procesos. Por esta razón, el vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi cataloga a las SGR como su alternativa de inversión más barata.
Frente a la incansable destrucción de empresas y sus correspondientes puestos de trabajo, el panorama económico da la vuelta a la moneda y en lo que llevamos de año se han creado 350.000 nuevas sociedades. “Pasamos de ser el ‘patito feo’ a recibir la enhorabuena” de empresarios y gobiernos de otros países, como es por ejemplo Alemania.
España ha progresado adecuadamente, pasando de ser el sexto Estado europeo en materia de exportación a ser el segundo, por delante de otros como Reino Unido y Francia, vendiendo incluso con los elevados costes que estaba protagonizado la situación mercantil.
Mayor morosidad frente a una menor rentabilidad
Las malas épocas siempre van de la mano con problemas económicos, y esta no iba a ser la excepción que confirma la regla. La rentabilidad de las empresas dista mucho entre sí dependiendo de su tamaño, siendo de 1,2 puntos las de menor tamaño y de siete las que cuentan con más de 250 trabajadores.
Lo mismo sucede con la morosidad. A menor tamaño menores posibilidades para completar sus pagos y es este otro de los grandes problemas a los que se enfrentan más del 90 por ciento de las sociedades que operan en España. De hecho, solo el siete por ciento de las pymes han resuelto los problemas para acceder a las garantías.
Son “sociedades casi imprescindibles” señala el vicepresidente de Cesgar, Antonio Vega, quien señala que las SGR consiguen intermediar entre empresarios y banqueros con un alto grado de aceptación gracias a que son organizaciones sin ánimo de lucro.
Además, las SGR aportan capacidad de negociación con las entidades bancarias, lo que les lleva a reducir el coste de financiación. Una financiación a la que les sigue siendo difícil acceder.
Yasmina Pena