El Gobierno de Cuba ha autorizado este miércoles la constitución de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) tanto en el sector público como en el privado, aunque se les ha excluido de algunos sectores estratégicos.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, ha detallado en una reunión del Consejo de Ministros que las empresas privadas podrán constituirse siempre que no se encuentren en el listado de actividades prohibidas para el sector privado.
De este modo, las nuevas mipymes cubanas no podrán dedicarse, entre otros ámbitos, al sector de la salud, al de las telecomunicaciones o a la energía, que son considerados estratégicos por el régimen cubano.
Las nuevas sociedades tampoco podrán dedicarse a algunas actividades que sí están permitidas para trabajadores por cuenta propia en el país, como la de programador informático, traductores e intérpretes, veterinarios para animales domésticos, diseñadores ciertos tipos de consultorías, entre otras.
Las medidas se enmarcan en la creciente crisis económica del país caribeño, que se ha acrecentado con la llegada de la pandemia y llevaron a una contracción del 11% del PIB en 2020. Si bien el régimen de Miguel Díaz-Canel no ha acometido reformas estructurales, sí ha dado pasos en el reconocimiento de otros actores en la economía. En este sentido, el Gobierno cubano prometió liberar al sector privado el pasado mes de febrero.
El presidente Díaz-Canel ha explicado que con esta decisión se está aprobando cómo ordenar a los actores que intervienen en el escenario económico. Asimismo, ha indicado que la decisión de reconocer a estos nuevos actores quitará «al Estado de actividades que no son fundamentales en el desempeño económico».
«Necesitamos que el sector estatal sea más proactivo, que sea más eficiente, que se sacuda un poco de la inercia, que sea más innovador. Aquí todo lo que sea ineficiente, lo que sea corrupto e ilegal; todo lo que tenga una dinámica de trabajo y todo lo que no sea innovador y proactivo, es dañino, sea estatal o sea no estatal», ha agregado Díaz-Canel en declaraciones recogidas por ‘Diario de Cuba’.
Marrero ha aclarado que, pese a la apertura económica, «la empresa estatal es el sujeto principal de la economía», advirtiendo de que la ampliación de actividades de las formas no estatales de gestión (empresas privadas) no conducen a un proceso de privatización. «Hay límites que no se pueden rebasar», ha sentenciado.