De Guindos asegura que los tipos bajos no dañan la rentabilidad de la banca

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, defendió este jueves que los bajos tipos de interés “no es la causa de la baja rentabilidad de la banca europea” sino que han “compensado sobradamente” sus efectos negativos al ayudar a reactivar la financiación y contener los impagos.

“Ha generado una recuperación económica, que ha permitido una reducción de los préstamos dudosos y un incremento de la demanda de crédito”, refirió durante un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander con el patrocinio de BBVA sobre finanzas sostenibles.

En el mismo defendió que hay estudios suficientes que han reconocido que la política monetaria del BCE es uno “de los factores que está detrás de la recuperación económica y eso es positivo para los bancos”, al haber disminuido así los esfuerzos que tenían que comprometer en provisiones o dotaciones al mitigar la afloración de impagos, a la vez que ha favorecido una mayor demanda de crédito.

Su respuesta coincide con lo defendido en el mismo foro por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y en contra de la advertencia de varios banqueros como el presidente de Caixabank, Jordi Gual, o el consejero delegado de ING España, César González-Bueno, de que los tipos a cero merman su rentabilidad al estrechar el margen financiero.

Guindos reconoció que “el principal riesgo” para el sistema financiero europeo “es la escasa rentabilidad”, ya que se sitúa apenas “en el entorno al 6%” cuando los mercados están demandando rangos del 8-10% y eso implica un descuento sobre valor en libros cercano al 50%, cuando en Estados Unidos “está por encima del 1,1-1,2 veces valor en libros.

“Este descuento es consecuencia de la diferencia de la rentabilidad del capital y la rentabilidad del coste que van a exigir los mercados”, refirió, indicando que donde la banca europea debe actuar es sobre “el exceso de costes”. En este sentido, indicó que la relación costes-ingresos o ratio de eficiencia se sitúa en Europa en el 66% mientras que en Estados Unidos están “ligeramente” por encima del 50%.

Abogó por que las entidades inviertan en digitalización para tener procesos más eficientes y en reducir la carga de los activos improductivos, ya que pese a haberla reducido del 8 al 4% del total de los activos continúa siendo excesiva. Pero sobre todo aconsejó atacar la partida de gastos y el exceso de capacidad que a su juicio aún soporta la banca europea, si bien reconoció que la española ha hecho los deberes en esta tarea tras el intenso proceso de concentración vivido tras estallar la crisis.

A su juicio uno de los caminos podría ser promover fusiones si bien reconoció que las integraciones transnacionales son difíciles de acometer por culpa de existencia aún de barreras normativas nacionales.

Durante su intervención defendió que la responsabilidad del BCE “no es la rentabilidad de los bancos” sino establecer su política monetaria en función de la evolución de la inflación, pensando que su indicador debe moverse en tasas próximas al 2%.

En la última reunión del consejo de Gobierno del BCE el organismo abrió la puerta a arbitrar nuevas medidas adicionales para inyectar mayor liquidez si fuese posible a la luz de la “desaceleración” de la economía mundial y europea, y retrasó también la subida de tipos hasta, al menos, el verano de 2020 frente a la indicación de finales de 2019 previa.

El organismo “está dispuesto a actuar en función de cómo vaya” la economía y la inflación, apuntó Guindos y aseguró que no hay decisión sobre qué tipo de medidas adicionales podría, llegar el caso, adoptar para incentivar la actividad pero que todos sus útiles están sobre la mesa y “no se excluye ninguno”. Será clave la evolución del Brexit y de las tensiones comerciales mundiales entre EEUU y China, que reconoció que si escala, y “nos encontramos con una guerra comercial” sería “especialmente negativo” y con un notable impacto para la economía.

En la caja de herramientas del BCE figura la posibilidad de volver a retrasar la indicación sobre el escenario de subidas de tipos, reinvertir el balance de nuevo en compra de activos o títulos de deuda pública y privada, reforzar las financiaciones baratas ligadas a la concesión de préstamos (los TLTROs) o incluso tocar la tasa que cobra a los bancos por custodiar su liquidez, actualmente situada en el -0,40%.