La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, advirtió este martes de que “la banca únicamente puede subsistir de manera estable en el tiempo si es rentable” y añadió que para garantizar la rentabilidad en el tiempo hace falta “una reflexión exhaustiva, estratégica e individualizada sobre el modelo de negocio”.
En unas jornadas sobre el sector financiero organizadas por KPMG y ‘Expansión’, Delgado explicó que “la entidad debe examinar sus ingresos y gastos descendiendo al mayor nivel de desglose posible por productos y no por cliente”.
Con ello, los bancos deben lograr “un detallado conocimiento de cuáles son las actividades que le generan beneficios recurrentes, y cuáles son las que le generan beneficios ocasionales o incluso pérdidas. Y de las razones que pueden explicar cada uno de esos resultados”.
“Esto permitirá que la entidad pueda identificar si existe margen de maniobra para revertir la tendencia en la rentabilidad de determinadas actividades, o si es mejor reorientar o abandonar dicha actividad”, añadió.
Además, indicó que “la entidad tendrá elementos de juicio para evaluar si la realidad de su negocio, entendida como la composición de su activo y de su pasivo, y las decisiones que se tomen e influyan en la actividad, son las adecuadas o se requieren ajustes”.
De esta manera, según la subgobernadora, la banca “podrá desarrollar una adecuada política de fijación de precios, coherente y exhaustiva, que garantice que el precio que se cobra por un producto o servicio se corresponda con su coste total, incluida la prima de riesgo».
En este aspecto, incidió en la importancia de “introducir transparencia y rigor en la fijación de precios”, porque “sin ello, se distorsiona la realidad del negocio y, consecuentemente, su análisis, y se dificulta la toma de decisiones informadas”.
Por otro lado, sostuvo que “se debe reflexionar sobre el peso que tienen los gastos de explotación”, ya que, pese a que el número de empleados y de oficinas se han reducido en, aproximadamente, un 32% y un 40%, respectivamente, desde sus máximos en 2008, todavía “es necesario seguir prestando atención a estos gastos, de manera que se garantice que están en consonancia con la evolución de la actividad crediticia y de los ingresos”.
“En este contexto, el avance de las nuevas tecnologías, y las alternativas que estas ofrecen frente a la tradicional manera de prestar los servicios bancarios, pueden constituir una oportunidad para reducir costes y adecuarse al cambio que se está produciendo en la relación cliente-banco”, señaló.
“La banca se está preparando para el futuro y los nuevos tiempos, aunque nadie sabe con certeza cómo serán. Lo que está claro es que sólo las entidades que adopten una actitud proactiva y estén mejor preparadas desde el punto de vista estratégico serán capaces de influir sobre su rentabilidad y sostenibilidad en el tiempo”, concluyó.
LOS PARADOS PRESIONAN A LA BAJA LOS SALARIOS
Por otra parte, la autoridad bancaria ha señalado que una de las principales características de la recuperación económica es la moderación en el crecimiento de los salarios tanto en España como en el resto de la Unión Económica y Monetaria (UEM), explicando que está causada por la presión a la baja que ejerce la “elevada proporción de trabajadores a tiempo parcial involuntario y de desempleados”, así como por bajas expectativas de inflación.
Así lo refleja en un artículo analítico titulado ‘La moderación salarial en España y en la UEM”, en el que el Banco de España explica que en el caso de la UE “otro factor relevante es el reducido crecimiento de la productividad, lo que contrasta con lo ocurrido en otras fases similares del ciclo económico”.
El análisis también revela que, “en el período más reciente, es importante tener en cuenta indicadores de holgura más amplios que la tasa de paro, dado que la elevada proporción de trabajadores a tiempo parcial involuntario y de desempleados desanimados estaría ejerciendo una cierta presión a la baja sobre los salarios”.
Para los autores del artículo, “los resultados del análisis muestran que, para España, los bajos crecimientos salariales durante el reciente período de recuperación económica se deben, en buena medida, a niveles de holgura del mercado de trabajo todavía relativamente elevados y a las bajas expectativas de inflación”. Por otro lado, añaden, “la evolución contracíclica de la productividad aparente del trabajo ha favorecido que los crecimientos salariales observados no fueran aún más bajos en el período de crisis”.
Así, al analizar la evolución de la tasa de crecimiento interanual de los salarios entre 1998 y 2017, se aprecia que “mientras que los crecimientos salariales fueron más marcados en España que en la UEM entre 2003 y la primera parte de 2009, en España se han producido desaceleraciones más elevadas durante la crisis financiera global que en la UEM, observándose incluso tasas negativas en el crecimiento nominal de los salarios”.
En cuanto a la recuperación económica de los últimos años, el Banco de España destaca que tanto en la UEM como en España “la reducción de la tasa de paro a partir de 2013 no parece venir acompañada de un aumento en la tasa de crecimiento salarial”.
En este sentido, el artículo indica que “la presencia de formas contractuales más flexibles que facilitan cambios tanto en las horas trabajadas como en la transición de la inactividad al empleo sin pasar por el desempleo” pueden ser un “determinante del bajo crecimiento de los salarios”, señalando como ejemplo la cantidad de trabajadores a tiempo parcial involuntario.