Masaru Emoto es un distinguido investigador de distintos tipos de agua pura en Japón. Estas investigaciones lo llevaron a descubrimientos muy interesantes, acerca de cómo las moléculas del agua son capaces de reaccionar al entorno e incluso a las palabras. Con ello, se ha llegado a la conclusión que el agua es capaz de comunicar.
Los mensajes del agua son, precisamente, una forma de comunicación que puede tener impacto en el ser humano. Esto es lo que explica en detalle la empresa Universalglob a través de su web, donde dedica un artículo entero al tema.
El agua, un elemento más interesante de lo que parece
En 1944, Masaru Emoto tomó unas muestras de agua pura para examinarlas bajo el microscopio electrónico. Lo primero que pudo notar en las fotografías es que las moléculas de esta agua formaban hermosos hexágonos cristalinos, muy parecidos a los copos de nieve. Pero lo más interesante vendría después, cuando decidió tomar agua de un río contaminado para repetir el proceso. El resultado fue sorprendente, ya que en las imágenes no se mostraban delicados hexágonos perfectamente formados, sino más bien una forma desestructurada. Tras varias investigaciones, Emoto concluyó que es posible que, de hecho, el agua sea capaz de reaccionar a su entorno. Esto hizo que llevara la investigación a un siguiente nivel. Ahora lo que hizo fue exponer el agua a distintas palabras, emociones y pensamientos, tanto positivos como negativos. Los resultados mostraron que el agua, en efecto, reaccionaba de manera diferente a estos estímulos. Aquellos que eran buenos, causaban que el agua creara copos de nieve de geometrías armoniosas, muy parecidas a joyas. Por el contrario, en el agua sometida a palabras malas y estímulos negativos, se mostraban desagradables y deformes.
Los mensajes del agua
Toda esta investigación hizo que se centrara la atención sobre los mensajes del agua. Se llegó a la conclusión de que si el agua es capaz de reaccionar de esta manera a las palabras, el cuerpo humano también. Hay que considerar que el organismo está compuesto en un 70 % de agua, por lo que, si una persona se habla bien a sí misma y a los demás, los efectos pueden ser sorprendentes. Y es que, las palabras son un arma muy poderosa, capaz de llevar paz, armonía e incluso bienestar, pero también son capaces de destruir, derribar y corromper el alma. En este sentido, el agua está dando una gran lección a las personas.
Para saber más sobre los mensajes del agua, la investigación de Masaru Emoto o incluso ver imágenes reales tomadas del propio microscopio del experto, en el sitio web de Universalglob es posible hacerlo.