Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Deutsche Bank prevé un crecimiento del 5,5% de la economía española en 2021

Deutsche Bank prevé que la economía española crezca en 2021 un 5,5%, un aumento por encima de la media de la eurozona «solo superado por Francia», según ha señalado este miércoles la economista jefe de Deutsche Bank España, Rosa Duce.

Para 2022, la entidad estima que la economía crecerá un 5,7%, convirtiéndose en el país con mayor crecimiento de la región europea, según han anunciado durante un encuentro informativo sobre las perspectivas económicas de la economía española, europea y mundial.

«Somos quizá más cautelosos que la media del mercado, pero somos conscientes también de que el sesgo es alcista y de que probablemente las cifras pueden ser más altas», ha comentado Duce.

Más allá de Europa, la economista ha señalado que Estados Unidos «habrían tocado ya máximos este año, mientras que la economía europea y española todavía están creciendo».

En general, la entidad considera que se está experimentando «un periodo de crecimiento muy fuerte en un momento en el que las políticas monetaria y fiscal continúan siendo muy flexibles y parece que seguirán siéndolo».

En cuanto a la inflación, la firma espera un repunte este año de hasta el 2,2% en la eurozona, pero una estabilización en 2022 en el entorno del 1,6%. Sobre los repuntes, Duce señala precisamente que «el peligro está ahora» debido al aumento de la inflación, si bien se trata de un problema que está más localizado en Estados Unidos que en Europa, donde «no hay una presión inflacionista tan fuerte».

Duce ha explicado que esta subida se produce por la reapertura, que ha animado el gasto en consumo, por la subida de los precios de la energía y en las materias primas.

PERSPECTIVAS PARA LA INVERSIÓN

Por su parte, el responsable de renta variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, Diego Jiménez-Albarracín, ha explicado que se podría entrar en un periodo más complejo «hacia el final de 2021 y en 2022, cuando las tensiones potenciales en torno al crecimiento se vuelvan más obvias y los mercados anticipen cada vez más un endurecimiento de las condiciones monetarias».

Según su criterio, la Fed podría aprovechar la reunión de agosto en Jackson Hole para anunciar el inicio de los debates sobre la reducción de los estímulos y esto podría provocar una mayor volatilidad.

En este entorno, la entidad sigue pensando que hay oportunidades en el mercado de bonos ‘high yield’ o de alto rendimiento, así como en los bonos corporativos emergentes, con mayores rentabilidades y vencimientos más cortos.

En cuanto a la renta variable, ha indicado que existe un contexto con «100% de optimismo», con potencial de recuperación en Europa y mercados emergentes, especialmente en Asia. «Sin embargo, con un horizonte a 12 meses, es difícil prever ganancias significativas», señalan desde la entidad.

Así, remiten a la evolución de los beneficios empresariales, que podrían crecer sobre todo en Latinoamérica. Para Europa, Jiménez-Albarracín ha destacado la reinserción en la renta variable de las empresas asociadas al ciclo económico, como la banca o el turismo, así como las ligadas a las infraestructuras gracias a la puesta en marcha de los planes nacionales de recuperación en la región europea.

Sobre el sector financiero español, este experto de Deutsche Bank ha resaltado la apuesta de la entidad por la banca española gracias a que las tasas de morosidad «no han llegado a ser tan graves como se esperaban» mientras las provisiones para créditos fallidos «ya se están empezando a liberar».

Además, aunque ha admitido que los márgenes del sector «van a sufrir» por el escenario de tipos bajos «esperamos que el negocio tradicional de la banca crezca por volumen» gracias a la llegada de los fondos europeos y de una mayor financiación del sistema canalizada a través de las entidades de crédito.

Por último, Jiménez-Albarracín ha considerado que, si bien la banca española ha hecho «muchísimo esfuerzo» por mejorar su eficiencia y disminuir sus costes, «hace falta mucho más» para que el Ibex 35 alcance los 10.000 puntos.

En este sentido, ha recordado que el selectivo español depende de los bancos pero también de las utilities y que para alcanzar la cota de los 10.000 puntos sería necesario que las empresas «punteras» españolas consigan contratos y aumenten sus cuotas de mercado en el exterior. «Hay muchas oportunidades para que las cosas salgan bien», ha considerado.

{DF} +Leídas