Hoy se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, con lo que se pretende recordar a la sociedad el uso racional de los recursos. Usar de manera adecuada los diferentes recursos en la industria y en los hogares contribuye a la sostenibilidad y a la productividad. También, a reducir la contaminación y a mejorar la calidad de vida.
A diario se debería reflexionar sobre el uso que cada uno da a la energía, y actuar en consecuencia. La eficiencia energética es una de las políticas de freno para el cambio climático. Y entre los objetivos de los humanos debería estar conseguir sociedades sostenibles.
Cada vez es mayor el desarrollo en energías renovables, pero queda mucho por hacer. El coste más elevado frena este desarrollo. Además, el transporte actúa de manera muy agresiva en el medio, por lo que cada vez se fomenta más el uso de transporte público, a pesar de que los datos de 2014 apuntan que los españoles cada vez nos empujamos menos en el transporte público.
La eficiencia energética implica la obtención de los mismo bienes y servicios energéticos usando para conseguirlo menos recursos, sin perder calidad de vida. Entre las cosas que quedan por hacer, está la mejora de los procesos, el reciclaje y el uso de productos que contaminen menos. No se debe olvidar el consumo inteligente de todas las energías, es decir, usar tan solo la energía que de verdad necesitamos.
Mª Asun Ten