Casi un 90% de los ciudadanos que han votado en el referéndum de la región de Donestk, una de las dos que ha llevado a cabo esta consulta, se ha pronunciado a favor de la independencia de Ucrania. Esto es al menos lo que aseguran desde la comisión electoral de los prorrusos de esta región, desde donde aseguran también que la participación ha sido cercana al 80% del total.

Parece pues que tanto la población de Donestk como la de Lugansk ha acudido este domingo masivamente a las  urnas, en una consulta de autodeterminación sin garantías de transparencia ni mecanismos de control, más allá de los impuestos por la organización y por decenas de hombres armados, que han custodiado los centros de voto. Tras la victoria independentista, Denis Pushilin, copresidente de la autoproclamada república de Donetsk, ha asegurado que las formaciones militares ucranianas que sigan en su territorio, serán consideradas invasoras e ilegales.

Tampoco han tardado en hablar algunas de las partes afectadas. Desde Ucrania aseguran que esta consulta no va a tener ninguna consecuencia ni jurídica ni territorial. Además lanzan un órdago a Moscú: si lo reconocen, será considerado como un acto de agresión. Entretanto, los ministros de Exteriores de los 28 se reúnen hoy en Bruselas para estudiar nuevas sanciones, esta vez contra empresas rusas.