Dr. Martens, el fabricante de las icónicas botas 1460, registró una caída del 46,3% en el beneficio contabilizado al cierre de su año fiscal, con 69,2 millones de libras (81 millones de euros), lo que ha supuesto una rebaja del 56,3% en el importe del dividendo anual y el anuncio de un plan de ahorro de costes de entre 20 y 25 millones de libras (23 y 29 millones de euros).

«Nuestros resultados del ejercicio fiscal 24 fueron los esperados y reflejan la continua y débil demanda de los consumidores de EE.UU.», ha reconocido Kenny Wilson, consejero delegado de la empresa.

En el último ejercicio, las ventas de Dr. Martens alcanzaron los 877,1 millones de libras (1.031 millones de euros), una cifra un 12,3% inferior a la de un año antes, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) retrocedió un 19,4%, hasta 197,5 millones de libras (232 millones de euros), con una caída del margen al 22,5% desde el 24,5%.

En este sentido, la compañía destacó las dificultades para su negocio en el pasado ejercicio como consecuencia del difícil entorno comercial y una incertidumbre macroeconómica considerable, destacando que EE.UU., su principal mercado, continúa enfrentándose a una débil confianza del consumidor, lo que afecta al gasto, y un segmento de botas particularmente desafiante, con un retroceso del 17% en el año.

«Tenemos claro que necesitamos impulsar la demanda en los EE.UU. para volver a crecer a partir del año fiscal 26 y estamos ejecutando un plan detallado para lograrlo, con una inversión en marketing reorientada y aumentada en el próximo año», anunció Wilson.

En cualquier caso, el fabricante de botas ha advertido de que el ejercicio en curso «será un año de transición» para el negocio, mientras que ha anunciado que, tras la inversión realizada en los últimos años con una base de costes operativos en previsión de un negocio mayor, la compañía implementará un plan de ahorro de costes.

En concreto, Dr. Martens buscará reducir sus costes entre 20 y 25 millones de libras, señalando que espera lograr este ajuste principalmente mediante ahorros provenientes de la eficiencia y el diseño organizacional, mejores adquisiciones y la racionalización operativa.

De este modo, la compañía confía en ver el impulso de este ahorro en su año fiscal 26, por lo que ha señalado que «es probable que el beneficio del año fiscal 25 sea irrelevante debido a los costes de implementación».