El Grupo E.ON ha cerrado el primer trimestre con noticias no demasiado positivas. Ha logrado un beneficio neto de 762 millones de euros, lo que supone un descenso del 65% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando ganó 2.166 millones. Según informó la compañía, este descenso se produjo por las «continuas dificultades del negocio y del entorno regulatorio y a raíz de las desinversiones».
Con ello, el Ebitda descendió un 12% hasta los 3.162 millones, si bien para el conjunto del ejercicio la empresa energética espera situarlo entre lo 8.000 y los 8.600 millones de euros. Además, la compañía cerró el trimestre con unas ventas de 31.820 millones de euros, un 11% menos. Por su parte, la deuda neta financiera se reduce en unos 1.100 millones de euros entre enero y marzo.
Según el director financiero de E.ON, Klaus Schäfer, la compañía «está manteniendo el rumbo en una época difícil» y «estamos reduciendo nuestra deuda y los costes, sin descuidar las inversiones en nuestro futuro». Schäfer destacó que el área de Renovables registró un beneficio de casi 600 millones de euros en el primer trimestre, con un incremento del 20% respecto al año pasado.
(Fuente: Servimedia)