E.Serra: "Los ciudadanos se sienten poco identificados con la política"

El vicepresidente de Everis y presidente de la Fundación Transforma España, Eduardo Serra, ha pasado por los micrófonos de Gestiona Radio para analizar la situación económica y política de nuestro país.

¿España se está transformando?

España ha acometido alguna transformación que empieza a dar resultados. Aunque todavía queda mucho por hacer. Por ejemplo, en las Administraciones Públicas, en la Justicia, en la política –donde tenemos un sistema demasiado rígido y con el que cada vez los ciudadanos se sienten menos identificados-. Hay que mejorar el sistema educativo para captar mejor talento.

¿Qué papel juega el papel educativo en la recuperación?

La competitividad es la transformación que más frutos está dando. Ahora estamos inmersos en una revolución tecnológica, vemos que estamos en un mundo global en el que hay que competir. Nosotros no tenemos materias primas de alto valor, por eso nuestra palanca competitiva es el talento. El sistema educativo tiene una importancia vital en eso, y debemos buscar  la especialización en productos más sofisticados, con más tecnología y valor.

¿Está preparado el sistema educativo para afrontar el cambio de modelo?

No.  Ni el nuestro ni ninguno. Esto nos pone en situación de salida a otros países. Hay que ponerse manos a la obra. Cuando se cambia un sistema educativo, sus frutos se ven a años vista. Por eso es urgente hacerla cuanto antes.

¿Qué futuro espera a nuestros jóvenes?

Ahora vemos la parte más negra de la crisis, con una elevada tasa de paro. Hay que ponerle remedio cuanto antes. A nuestros jóvenes hay que decirles que el futuro es desconocido, pero hay que estar lo mejor preparados para afrontarlo. A mayor preparación, mejor futuro. No hay que considerar una maldición a lo que viene. Será exigente, pero si están preparados será positivo y fructífero.

¿Cree usted que hay voluntad política para llevar a cabo la reforma del sistema?

Sí creo que los grandes partidos no tendrán demasiado interés, porque tienen que desocupar y dejar a la ciudadanía espacios que han ocupado y no debían haberlo hecho. Hemos visto las consecuencias de que las Cajas de Ahorro estuvieran ocupadas por políticos. Ahora debemos sacar a los políticos de la justicia. Los jueces deben ser independientes, y no pueden ser nombrados por los políticos. Eso lleva a una imagen inconveniente para la Administración de Justicia. Son dos ejemplos, pero no creo que los grandes partidos estén interesados porque supone una pérdida de poder.

¿Cómo acabamos con el bipartidismo?

No digo que eso sea malo. Digo que unos partidos sin democracia interna no son positivos para el país. La ventaja de la Democracia es que los ciudadanos pueden prescindir  de ellos y poner a otros. La crisis institucional es algo serio, y los políticos deben darse cuenta para ponerle remedio. Si no, será el ciudadano el que lo haga.

¿Se mantendrá el Estado del Bienestar?

Lo que debemos hacer es luchar por su sostenibilidad. No creo que sea necesario acabar con el Estado del Bienestar. Hay que hacer lo posible para mantenerlo.

¿Se está potenciando la Marca España?

Se está haciendo, aunque no sé si lo suficiente. En algunas de las cosas en las que peor estamos es en la demografía. Antes, cada 3 trabajadores se sostenía a 1 pensionista. Ahora será 1 joven para sostener a dos pensionistas. Ahora hay que apoyar a las familias y cambiar el futuro demográfico. Esto redundará en el bienestar. En cuanto a la marca país, debemos quitarnos el complejo de que lo de fuera es mejor. Esto es un complejo de países aislados, y nosotros durante mucho tiempo lo estuvimos. Una de las principales recomendaciones que, cuanto antes aprendan inglés, más fácil tendrán la competencia en el mundo global.  Nosotros debemos recuperar la confianza y, una vez recuperada, la gente y el mundo nos verá con mejor imagen.

¿Por qué no se conoce todo lo bueno que se hace en España?

Debemos mirarnos el ombligo. Es un tema que lleva muchos años entre nosotros. Pensamos que lo bueno es lo de los otros. Vemos perfectamente nuestros defectos, pero como no salimos fuera, no vemos lo negativo de los demás. Ahora que nuestros jóvenes viajan, verán que no son peores que los de otros países.