Ha crecido por encima del cuatro por ciento y reducido la pobreza en 15 puntos
España es un referente mundial de cómo el turismo contribuye al crecimiento económico. Las cifras récord de nuestro país llaman la atención del resto de Estados, que buscan la colaboración de los inversores.
Un ejemplo es Ecuador, un país cuya diversidad y buenas cifras económicas lo convierten en un destino atractivo para la inversión. “Ecuador tiene una enorme potencialidad de turismo”, ha dicho esta mañana Arturo Criado, director de la revista Capital, perteneciente a nuestra casa, el Grupo Gestiona, que dirigió el ‘Desayuno oportunidades de inversión turística’, donde participaron también el embajador de Ecuador en España, Miguel Calahorrano, y el viceministro de turismo de Ecuador, Dominic Hamilton.
Es un mundo en el que conviven cuatro mundos, y es que su diversidad convierte al país latinoamericano en un centro de atracción turística, “un carrefour (cruce) de las cuatro megadiversidades” que se encuentran en él, explicó Calahorrano.
El objetivo del Gobierno es “promocionar el país como un destino de inversión extranjera”, ha declarado Dominic Hamilton, ya que en la actualidad goza de un “impresionante” periodo de estabilidad política. Las tasas de empleo no dejan de crecer, la clase media – casi inexistente en muchas de las regiones latinoamericanas – se ha duplicado en los últimos 10 años, pasando del 14 por ciento en 2003 al 29 por ciento en 2013, una cifra que sigue siendo baja pero la cual el Gobierno continúa alimentando, pues “el trabajo no ha terminado”. Una cosa lleva a la otra y, como consecuencia, la pobreza se ha reducido en 15 puntos porcentuales hasta el 22 por ciento.
Biodiversidad y naturaleza
Sus senderos “virginales” y los variados tipos de colibrís hacen del turismo ecuatorial el tercer sector en crecimiento, alcanzando los 1,5 millones de dólares. La inversión pública en esta materia no se queda atrás y sumó 60,58 millones de dólares en 2014, el doble respecto al año anterior.
Los turistas no paran de crecer y lo hacen a un ritmo de alrededor del tres por ciento, con un gasto que supera los 1.500 millones de euros en el primer semestre del año, un nueve por ciento más que en el mismo periodo de 2014.
Las Islas Galápagos, los Andes, su costa y su amazonía han convertido al país en el mejor destino verde de Sudamérica y a su capital, Quito, en el destino líder de la misma región, siendo el tercer año que se hace con este galardón. Su altísima diversidad y los más de 90 volcanes también llaman la atención de un turista que no prepara sus vacaciones con el objetivo de pasarse el día en la tumbona, y más cuando alguno de ellos entra en erupción.
“Un destino emergente” dentro de América Latina, señaló la subsecretaria de infraestructuras, Daniela Galero, con gran oportunidad para los inversores del país y extranjeros. “Un abanico de oportunidades” con más de 100 playas en la costa pacífica de las cuales un gran número continúa sin explotar.
Además de paisajes únicos ofrece una amplia oferta para el turismo de lujo, con experiencias que harán memorar épocas pasadas. Un ejemplo de ello es el Tren Crucero, el cual consideran un producto estrella. Es un antiguo tren de lujo que une Quito con Guayaquil y realiza por el camino distintas paradas para conocer los lugares más recónditos que separan las dos ciudades más turísticas.
El despegue de una economía en continuo crecimiento
Ecuador es uno de los países que más ha crecido, por encima incluso del cuatro por ciento y a pesar de las repercusiones que produce la caída del precio del crudo. La inversión empresarial ha alcanzado los 2.058 millones de dólares, un 21 por ciento más que en el año anterior y que lo sitúa como el sexto país por volumen de inversión, un comportamiento en el que España ha puesto su granito de arena convirtiéndose en el primer socio comercial europeo con Ecuador.
Son progresos “sustanciales” que no esperan cesar a pesar los precios energéticos, sino que sus buenas cuentas les permiten incluso crecer alrededor de los dos puntos. Los inversores han contribuido a mejorar de forma significativa todas las áreas, mejorando la conectividad en el transporte, lo que ha ayudado a la productividad de todos los sectores, especialmente del turismo. Sin embargo, no todo es obra de la mano extranjera porque el motor más importante de este crecimiento fue promovido por la inversión pública.
Yasmina Pena