El 45% de los inversores españoles apuestan por los fondos de inversión sostenibles, lo que supone un crecimiento de siete puntos respecto al 38% que lo hacía en 2018, según revela un estudio llevado a cabo por la gestora Schroders.

Esta tendencia al alza también se ha registrado a nivel global, con un 47% de los inversores mundiales que reconoce invertir en productos sostenibles, frente al 42% de la encuesta de hace dos años.

La razón que más motiva a los españoles a decantarse por fondos sostenibles es su mayor impacto ambiental (45%), seguido de la probabilidad de que aporten mayores rentabilidades (34%) y el hecho de que se alineen con sus principios sociales (28%).

El estudio destaca que el 76% de los españoles no invertiría «en contra de sus principios». Para aquellos que sí lo harían, la rentabilidad media de su inversión tendría que ser del 20% para compensar adecuadamente cualquier sentimiento de culpa.

En cuanto a los aspectos más importantes de las empresas en las que invierten sus fondos, los españoles priorizan el compromiso social de las compañías, la atención a las cuestiones medioambientales y el trato correcto y profesional a los empleados. Consideran que estos son los comportamientos que tienen un mayor impacto positivo en la rentabilidad de una empresa.

DEBERES COMO ACCIONISTAS

El 43% de los inversores españoles considera que los gestores de fondos y los accionistas mayoritarios de las empresas deberían ser responsables de llevar a cabo iniciativas orientadas a mitigar el cambio climático.

Sin embargo, predomina la creencia de que este rol debe ser liderado por actores como los gobiernos (73%) y entidades intergubernamentales (67%).

Sobre a la forma en que los gestores de activos deberían abordar los desafíos que surgen de la industria de los combustibles fósiles, el 40% cree que estos deberían deshacer sus posiciones en empresas pertenecientes a esta industria para limitar su crecimiento.

En cambio, un 30% de los encuestados sostiene que deberían mantener la inversión para impulsar su transformación. Solo el 18% considera factible retirar las inversiones de estas empresas por razones morales.