El Atlético de Madrid estrenó este domingo su casillero de victorias en LaLiga EA Sports 2024-2025 después de imponerse con autoridad por 3-0 al Girona FC en el Estadio Cívitas Metropolitano, un partido en el que los rojiblancos fueron superiores ante un rival un tanto inocente.
El conjunto de Diego Pablo Simeone se ponía de largo ante su afición en el campeonato doméstico. Después de una presentación multitudinaria el pasado miércoles de todos sus fichajes en su feudo, esta vez le tocó trasladar su ilusió al terreno de juego y ante un teórico oponente directo por lo visto la pasada campaña.
El más aplaudido y ovacionado hace unos días fue Julián Álvarez y ‘La Araña’ fue por primera vez titular con el Atlético, aunque no tuvo excesivo protagonismo. Dejó algún destello de su calidad, pero ofensivamente no fue lo que se espera de un jugador todavía en fase de adaptación. También se estrenó Conor Gallagher en la segunda mitad, igualmente sin mucho impacto más allá de unas carreras de brega que gustaron a la grada.
El tercer y cuarto clasificados de la pasada campaña no firmaron un gran partido, producto seguramente de lo temprano que les llega el duelo, lejos de los dos que vivieron en la 2023-2024. El Girona pagó caro un error de Paulo Gazzaniga y ya a remolque no pudo con los locales, que sentenciaron al inicio y al final de una segunda mitad de más dominio visitante.
Simeone apostó por mover mucho su once, bien por repartir energía en un inicio cargado de campaña o bien por algún retoque en busca de mejorar las prestaciones ofrecidas en el 2-2 de Villarreal. Álvarez dejó sin sitio a Alexander Sorloth, mientras que también fue suplente el capitán Koke, Axel Witsel o Reinildo, este para dejar el carril izquierdo a un jugador más ofensivo como Rodrigo Riquelme.
Pero ni Atlético ni Girona fueron capaces de hacerse demasiado daño. Salvo una buena ocasión de Samu Lino en el inicio de partido que salvó bien Gazzaniga, el resto de minutos fueron equilibrados y con poco trabajo para las porterías salvo en el tramo final que iba a decantar en buena parte el encuentro.
Así, Gazzaniga calculó mal en una salida fuera del área y tuvo que golpear el balón con la mano, acción penalizada en lo personal únicamente con una amarilla, pero con el 1-0 en lo colectivo. Antoine Griezmann ejecutó la falta abajo y por el lado del portero ‘gironí’ para abrir el marcador en el minuto 39. Ese gol agitó por momentos el encuentro y Abel Ruiz tuvo una opción buena ante Jan Oblak para igualar, mientras que, a renglón seguido, Riquelme, escorado, pudo hacer el 2-0.
EL INCANSABLE LLORENTE AUMENTA LA DISTANCIA
Míchel necesitaba reordenar a sus jugadores para intentar mejorar y ser más peligrosos a nivel ofensivo en la segunda mitad, pero se topó enseguida con el 2-0. Griezmann, mucho más protagonista tras el descanso, lanzó con calidad una transición a la carrera de Marcos Llorente. El carrilero avanzó sin oposición y acabó por lanzar un potente disparo que sorprendió a un Gazzaniga que quizá pudo hacer algo más, pero que se encontró el balón encima.
Con más ventaja en el marcador, el ‘Cholo’ decidió empezar a mover sus piezas y metió a Koke y Gallagher. Su homólogo replicó con un triple cambio (Solís, Portu y el debutante Miovski) y el Girona mejoró un tanto, ayudado también por el paso atrás para buscar los espacios de los locales.
El equipo catalán dominó mucho más y vivió buenos minutos, que no tuvieron el premio en forma de gol, pese a algunas prometedoras acciones. El paso de los minutos fue pesando y el Atlético se encontró con una final mucho más cómodo donde aún tuvo energía para lanzar una fulgurante contragolpe con el incansable Llorente asistiendo a Koke para que este cerrase el marcador.