El Atlético de Madrid se impuso (2-0) este domingo al Granada en el Vicente Calderón, en el encuentro correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga BBVA, con un tanto de penalti del croata Mandzukic y otro de Raúl García en un choque donde el colista fue superior en el inicio pero el primer tanto rojiblanco apagó la ambición granadina.
El conjunto de Simeone superó con victoria el compromiso liguero ante el Granada a pesar de realizar un partido gris y viéndose superado en el comienzo de partido. A la media hora, un penalti cometido sobre Godín facilitó la decimotercera victoria liguera que estuvo guiada por un tándem, compuesto por Juanfran y Arda, que castigó la banda granadina durante todo el choque.
Los primeros quince minutos fueron de un Granada que comenzó con ganas, atrevido, valiente, sabedores de la importancia del choque –llevan 14 partidos sin ganar– y con el objetivo de aprovecharse de la posible relajación del Atleti por la eliminatoria copera ante el Barça.
Despertó el campeón de liga de la mano de un exquisito Arda Turan que comenzó a asociarse con Juanfran en la banda derecha para desesperación de Lass y Sissoko. Sin embargo, fue el otro lado el que dio origen al primer tanto colchonero.
Sissoko agarró al uruguayo Godín cuando éste se disponía a rematar un buen centro de Torres y el árbitro no lo dudó: penalti y amarilla para el lateral granadino. El croata Mandzukic no perdonó y adelantó a un Atlético a medio gas.
En la segunda mitad, los rojiblancos dominaron la posesión de la mano de Koke y Arda ante un Granada menos peligroso que en el inicio de partido. Fernando Torres, muy voluntarioso, dejó detalles durante el duelo pero se le acabó el fuelle y fue sustituido por Griezmann con la ovación de todo el Calderón al héroe del Bernabéu.
Raúl García sentencia a los cinco minutos de entrar
Con la entrada del francés, los locales ampliaron su mandato en campo rival pero no terminaban de cerrar el choque algo que daba esperanzas a un colista que dio una de las mejores versiones de la temporada y que se aprovechaba del cansancio acumulado por el desgaste del choque copero ante el Real Madrid.
En la recta final, Raúl García dio descanso a un Mandzukic que se ‘pegó’ como siempre con la defensa contraria y que olvidó el proceso febril que le dejó fuera del partido del Bernabéu. El navarro sentenció el encuentro tan solo cinco minutos después de entrar con un remate poco ortodoxo al que no pudo llegar el guardameta Oier.
El Granada se va del Calderón sin cortar la mala racha, que se alarga desde el mes de septiembre sin ganar en liga, pero dejando buenas sensaciones algo que habían olvidado en los últimos partidos con el ya destituido Joaquín Caparrós.