Así se expresó durante su participación en una jornada organizada por la patronal catalana Foment del Treball, recogida por Servimedia, en la que fue preguntado sobre la fusión de ambas entidades, que dará lugar al banco más grande de España, con 664.027 millones de euros en activos, y en el que el Estado tendrá una participación del 16%.

Hernández de Cos no quiso hacer comentarios sobre la operación, pero sí dijo con carácter general que el papel de los supervisores es “analizar la viabilidad” de los proyectos de fusión y “vigilar la adecuada ejecución”.

Así, señaló que el Banco de España estudiará la operación de Bankia y CaixaBank y recordó que su papel es “velar por la solvencia y la estabilidad financiera”.

El gobernador dijo que la situación del sector bancario “es la que es”, refiriéndose a su baja rentabilidad y la “presión” adicional sobre la cuenta de resultados por la crisis actual, además de los “retos” a afrontar relacionados con la digitalización y las ganancias de eficiencia. “La consolidación del sector puede ayudar a lograr esos objetivos, pero es importante analizar caso por caso”, consideró.

Los detalles de la operación se están dando a conocer de forma oficial hoy. Caixabank y Bankia prevén lograr 1.060 millones de euros en sinergias anuales de costes e ingresos. De esta cifra, unos 770 millones procederán de reducir costes.

La Fundación ‘La Caixa’, que actualmente controla un 40% de Caixabank, mantendrá alrededor del 30% del capital del nuevo grupo en propiedad y el Estado un 16% frente al 61,81% que controla hoy día en Bankia a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

El presidente Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, será el presidente ejecutivo de la nueva entidad, mientras que el actual consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, será el primer ejecutivo.