El Banco Mundial alerta de que la economía se encamina al peor lustro de crecimiento en 30 años

La economía global se enfrenta a lo que puede suponer el periodo de cinco años con menor crecimiento en los últimos 30 años, según advierte el Banco Mundial en su nuevo informe de proyecciones macroeconómicas, donde califica la década actual como la de «las oportunidades desperdiciadas».

Si bien reconoce que la economía mundial está en mejor situación que hace un año, puesto que el riesgo de recesión mundial ha disminuido, el Banco Mundial alerta de que las crecientes tensiones geopolíticas podrían crear nuevos peligros a corto plazo para la economía mundial.

Al mismo tiempo, recuerda que las perspectivas a medio plazo de muchas economías en desarrollo se han ensombrecido en medio de la desaceleración del crecimiento en la mayoría de las principales economías, la lentitud del comercio mundial y las condiciones financieras más restrictivas de las últimas décadas.

Por otro lado, prevé que en 2024 el crecimiento del comercio mundial será solo la mitad del promedio registrado en la década anterior a la pandemia, mientras que es probable que los costes de endeudamiento para las economías en desarrollo, especialmente las más endeudadas, sigan siendo elevados, puesto que los tipos de interés mundiales se estancaron en niveles máximos de cuatro décadas en términos ajustados por inflación.

«Sin una corrección importante del rumbo, la década de 2020 pasará a la historia como una década de oportunidades desperdiciadas», declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.

PREVISIONES.

En concreto, las últimas previsiones de la institución multilateral contemplan una ralentización del crecimiento mundial al 2,4% este año, desde el 2,6% de 2023, la tercera desaceleración anual consecutiva y en línea con lo previsto en junio, mientras que para 2025 empeora su pronóstico tres décimas, hasta el 2,7%.

En el caso de las economías avanzadas, la previsión apunta a una expansión del 1,2% este año y del 1,6% el siguiente, manteniendo la proyección para 2024, pero empeorando en seis décimas la de 2025.

En este sentido, después de crecer un 2,5% en 2023, el Banco Mundial prevé que Estados Unidos frene su expansión al 1,6% este año y al 1,7% el siguiente, lo que supone una mejora de ocho décimas del anterior pronóstico para 2024, pero una rebaja de seis de cara al próximo año.

La zona euro, que en 2023 habría crecido un 0,4%, vuelve a salir peor parada que su socio transatlántico, con una expansión esperada este año del 0,7%, en vez del 1,3% anticipado previamente, que en 2025 pasará a ser del 1,6%, siete décimas menos.

En cuanto a las economías emergentes, el Banco Mundial pronostica un crecimiento del 3,9% en 2024 y del 4% en 2025, en línea con las proyecciones anteriores, con una expansión del 6,4% y del 6,5%, respectivamente de la India.

China, la segunda mayor economía mundial, crecería este año un 4,5%, frente al 5,2% de 2023, mientras que en 2025 la expansión se ralentizará al 4,3%, en ambos años una décima por debajo de lo esperado anteriormente.

De su lado, Rusia, que habría crecido un 2,6% el año pasado, volverá a crecer más de lo esperado en 2024, con un 1,3%, así como un año después, con un 0,9%, en ambos casos una décima más de lo proyectado el pasado junio.

«El crecimiento a corto plazo seguirá siendo débil y llevará a que muchos países en desarrollo, sobre todo los más pobres, caigan en una trampa: con niveles paralizantes de deuda y un acceso precario a los alimentos para casi una de cada tres personas. Ello obstaculizará los avances en muchas prioridades mundiales», advierte el economista jefe del Banco Mundial.