El BCE mantiene el precio del dinero en el 0,25% porque considera que ha mejorado levemente la recuperación de la economía. El regulador revisa a la baja una décima las previsiones de inflación para 2014 hasta el 1%.
El presidente del BCE, Mario Draghi ha anunciado que las previsiones de inflación para el año que viene se mantienen en el 1,3%, llegando al 1,5% a principios de 2016 y rozando el objetivo del 2% a finales de ese año. Draghi ha explicado que en este horizonte a tres años los precios están condicionados a dos factores: que se mantenga el tipo de cambio del euro y que el precio del petróleo siga bajando. Pero insiste en que los riesgos son limitados, por ello, ha decidido no tomar medidas adicionales, «vamos a mantener el alto grado de la moneda acomodaticia y solo haremos cambios, si es necesario» aunque ha reconocido el BCE haber debatido inyectar otros 175.000 millones de euros.
Respecto al crecimiento de la Eurozona ha reconocido un aumento del PIB del 0,3% en el último trimestre del 2013. Aunque los datos más optimistas vendrán este año que «creceremos un 1,2%, un 1,5% en 2015 y 1,8% en 2016». «Si lo comparamos con las cifras de las previsiones macroeconómicos de diciembre de 2013, el crecimiento de este año «se ha revisado ligeramente al alza» ha concluido Draghi.
Draghi espera una lenta recuperación económica, donde el desempleo seguirá siendo el principal problema. Ha hecho hincapié en la actual crisis que vive Ucrania porque cree que los riesgos geopolíticos pueden convertirse en «podrían afectar de manera negativa a las condiciones económicas».