El euro digital representaría una forma de dinero soberano emitido electrónicamente por el Banco Central Europeo (BCE) con importantes repercusiones económicas y financieras, así como geopolíticas y para los derechos de las personas, y que «no tiene nada que ver con criptoactivos como Bitcoin».
En un discurso pronunciado en Roma, el representante italiano en el directorio del BCE, Fabio Panetta, ha señalado que, a diferencia del valor garantizado que respaldaría al euro digital al ser emitido por un banco central, los criptoactivos, en cambio, son instrumentos teóricos «sin valor intrínseco», que no generan flujos de ingresos ni valor de uso para sus propietarios, cuyo valor no puede ser asegurado por ninguna parte o garantía.
«Los criptoactivos son intercambiados por operadores cuyo único objetivo es venderlos a un precio más alto. Son, en efecto, una apuesta, un contrato especulativo de alto riesgo sin fundamentos de respaldo», ha explicado Panetta, añadiendo que, por esta razón, su valor fluctúa enormemente y no son aptos como medio de pago, depósito de valor y unidad de cuenta, las funciones básicas de la moneda.
No obstante, el italiano ha reconocido que el valor de los criptoactivos está creciendo rápidamente y tiene el potencial de generar riesgos para la estabilidad financiera que no deben subestimarse.
Para el ejecutivo del BCE, a pesar de las sustanciales sumas involucradas, «no hay indicios de que los criptoactivos hayan desempeñado o estén desempeñando funciones social o económicamente útiles», ya que, por lo general, no se utilizan para pagos al por menor o al por mayor, no financian el consumo ni la inversión y no juegan ningún papel en la lucha contra el cambio climático.
«De hecho, existe una clara evidencia de que hacen exactamente lo contrario: los criptoactivos pueden causar grandes cantidades de contaminación y daños al medio ambiente», ha señalado, añadiendo que también son utilizados ampliamente para actividades delictivas y terroristas, o para ocultar ingresos a las autoridades fiscales.
«En general, es difícil ver una justificación para la existencia de criptoactivos en el panorama financiero», ha apostillado.