El capital privado está obteniendo mejores retornos globales netos que la renta variable y otros mercados de capitales durante la pandemia, con resultados que son un 14% mejores en algunos casos, según un informe de McKinsey & Company.
2020 ha sido un año complicado para los mercados privados globales debido a los estragos causados por la Covid-19, aunque el informe señala que a partir de la segunda mitad del año, el capital riesgo se recuperó «vigorosamente».
Aunque la dispersión del rendimiento es mayor en el capital riesgo, el fondo mediano de este modelo de inversión se ha comportado mejor que los fondos en otras clases de activos, a excepción del sector inmobiliario.
«Después de una fuerte caída del rendimiento en el primer trimestre, el capital privado se ha recuperado rápidamente hasta el 30 de septiembre», señala el informe, que especifica que el resto de clases de mercados de activos tuvieron retornos negativos en ese periodo.
Asimismo, a largo plazo se ha mantenido como el mercado privado con mayores retornos desde 2006, con un rendimiento medio del 13,3% entre 2007 y 2017.
En cuanto a los activos bajo gestión, estos crecieron un 5,1%, hasta los 7,3 billones de dólares, su máximo histórico.
La recaudación de fondos cayó ligeramente respecto a 2019, aunque en el segmento de ‘buyout’ en Europa se triplicó en el tercer y cuarto trimestre en relación con la primera mitad del año, según los datos de la consultora.
«A pesar de ese ritmo de cambio, la mayoría de las clases de activos volvieron a tener un sólido rendimiento y crecimiento, con algunas excepciones notables», ha comentado el socio de McKinsey, Sebastián Giménez.
Frente al capital riesgo, la inversión en activos inmobiliarios sufrió un impacto significativo al difuminarse las normas convencionales de espacio de trabajo y hogar. El mercado secundario de capital privado y las SPAC, por su parte, experimentaron «un auge», en tanto que la deuda privada entró al 2021 con un ‘pipeline’ récord en recaudación de fondos.
NECESIDAD DE TRANSFORMACIÓN
El informe sostiene que en un año «marcado por la disrupción», los inversores en capital privado se enfrentaron a la necesidad de transformarse y cobraron relevancia la diversidad, equidad e inclusión.
«La pandemia ha acelerado el cambio dentro de los mercados privados. Desde hace mucho tiempo, se veía con claridad la oportunidad para una mayor diversidad en el sector, pero ahora se siente con más urgencia la necesidad de crear lugares de trabajo más equitativos e inclusivos y, al hacerlo, atraer mejor talento humano», ha señalado el presidente de McKinsey Iberia, Alejandro Beltrán.