Las críticas hacia las grandes firmas de ‘private equity’ y capital riesgo es mucho mayor en Estados Unidos y Reino Unido, donde hay una mayor conversación en torno a estos temas, que en España, donde si bien hay una concepción general más positiva, la opinión pública está mucho más polarizada.
Según un informe reciente de Llyc, el volumen de conversación en torno a estos asuntos es mayor en Reino Unido y EEUU que en España, algo que se explica por el mayor tamaño de estos mercados, de lo que se desprende que hay un mayor interés en torno a la inversión privada.
Esos altos niveles de conversación se traducen en mayores críticas, explica Llyc, y eso se refleja en que el 71,5% de los mensajes analizados es negativo en EEUU y el 69,3% de los perfiles se muestran contrarios al ‘private equity’ o capital privado.
En Reino Unido, las cifras son más dispares: el 52,9% de los mensajes tenían un tono crítico, en tanto que el 78,2% de los perfiles optan por posiciones beligerantes. Por su parte, España es el mercado con una percepción más positiva del ‘private equity’, con un 70,5% de los mensajes analizados.
No obstante, esto no significa que la opinión pública tenga una visión favorable, explica el informe, que puntualiza que los perfiles más críticos tienen una mayor interacción e impacto, con medios, periodistas e incluso políticos y profesores universitarios «escorados hacia la izquierda».
«En España se puede ver que entre los dos bandos no hay prácticamente ningún nexo de unión o interacción. Su conversación discurre de forma paralela y ante públicos totalmente diferentes», concluye el estudio, que señala que ese tipo de inversión recibe calificativos como «cortoplacistas», «oportunistas» o «buitres».
El término «buitre» se remonta a la década de 1970 y hace referencia a cómo un tipo de fondos de inversión se especializa en un modelo de negocio basado en conseguir rentabilidades en contextos de crisis, según ha explicado a Europa Press el portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, Javier Gil.
«Aprovechan esos contextos para comprar activos devaluados a precios por debajo del mercado, en momentos en los que no hay otros actores que tengan liquidez esperando la revalorización de estos activos», ha señalado Gil.
Su actividad ha sido muy criticada en los últimos años, especialmente en lo referente al sector inmobiliario, ya que a raíz de la crisis del ladrillo pudieron hacerse con una cantidad importante de vivienda.
No obstante, Gil ha destacado que el inmobiliario no es el único afectado: la deuda de países de Latinoamérica también se vio impactada por su actividad.
El Observatorio del Inversor de Andbank señala en su página web que el calificativo de buitre (aves que se alimentan de animales muertos) se ajusta «muy bien» a su modelo de negocio: subsisten «gracias a Estados y compañías al borde de la muerte».
LAS GESTORAS NO CREEN QUE LES AFECTE
Las críticas que pueden suscitar las grandes firmas de capital riesgo no tienen nada que ver, por otra parte, con las gestoras de instituciones de inversión colectiva que han ido apareciendo en España en los últimos años, que no se sienten vinculadas a este modelo de gestión.
El director de Relación con Inversores Particulares de Cobas Asset Management, Carlos González Ramos, ha explicado en una entrevista a Europa Press que lo que hacen las gestoras es gestionar ahorros de «todos los tamaños», incluso a partir de 100 euros, con el objetivo de que el ahorrador «pueda planificar el futuro y su jubilación».
«Lo que hacemos no tiene nada que ver con la especulación ni con aprovecharnos de determinadas oportunidades que se puedan considerar como las de los fondos buitre en el mercado inmobiliario», ha incidido González.
El director de Relación con Inversores Particulares puntualiza que lo que se hace con el dinero de los ahorradores es ayudar a que salgan proyectos empresariales adelante y que «no están haciendo ricos a los más ricos» de esta forma, sino que aplica a cualquier ahorrador, sea cual sea su nivel económico.
El socio y director de desarrollo de negocio de Abante, Enrique Borrajeros, coincide con González y ha explicado en una entrevista con Europa Press que él no cree que se les confunda con los fondos buitre.
«La percepción es que sí está en la mente del inversor que al hablar de fondo buitre, se refiere a un inversor internacional que adquiere a un precio muy bajo un activo inmobiliario», ha puntualizado Borrajeros, aunque en el caso de los fondos de inversión y gestoras, no tiene la percepción de que la gente les compare y equivoque o les «tomen por lo mismo».
Borrajeros hace hincapié durante la entrevista en que en las exposiciones de motivos de las leyes que regulan la inversión colectiva en España se expone que «la figura de la inversión colectiva busca favorecer el acceso del pequeño ahorrador a los mercados financieros y de capitales en condiciones óptimas de rentabilidad de riesgo y liquidez».
«La inversión colectiva y las gestoras crecen, nacen y se desarrollan al amparo de una regulación que lo que trata precisamente es de ofrecerle al ahorrador particular una manera de acceder a los mercados financieros», ha expuesto, y ha añadido que los fondos de inversión están regulados, supervisados y que cumplen con políticas de inversión, entre otros requisitos.
«La clave es que la cultura financiera en este país crezca», ha expuesto González, que señala que uno de los problemas en España es que esta no existe o es baja en comparación con otros países, como Estados Unidos.
González considera, además, que la educación financiera debe tratar las cosas más básicas, como el ahorro, lo que es una hipoteca, cómo abrir una cuenta bancaria o las tarjetas de crédito, y que de esta manera, «sería más fácil diferenciar lo que es especulativo y lo que genera mala imagen» de la realidad.