El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) considera que la manera en que se ha tratado la situación tributaria del ‘número tres’ de Podemos, Juan Carlos Monedero, está cargada de «singularidades«, como las filtraciones o la «apresurada» notificación y la forma en que se hizo, aunque agrega que «está en cada uno cómo se califican todas esas singularidades».
El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, se refería así a las declaraciones de Monedero sobre la «caza de brujas» que asegura está sufriendo por parte del Gobierno y el Ministerio de Hacienda.
El responsable de Gestha explicó que ya estaba claro que el ‘número tres’ de Podemos no había cometido delito fiscal en la tributación de los trabajos por asesorar a Venezuela y otros países latinoamericanos, por las cuantías de que se trataba y porque había declarado la operación en el Impuesto de Sociedades, con lo que «no había ánimo de ocultarlo».
A ello se une que hizo una declaración complementaria en el IRPF antes de que se le notificara el inicio de una inspección. De esta manera, señala Mollineo, si pudiera haber alguna diferencia de criterio entre la Agencia Tributaria y el contribuyente es «bastante improbable» que el saldo resultara contrario a este último. En este sentido, apuntó que es probable que cuando acabe la inspección el Fisco tenga que devolver al profesor de Políticas entre un mínimo de 70.000 hasta 150.000 euros.
Según Mollinedo, está «claro» que «ha habido una filtración interesada de datos» tributarias del fundador de Podemos, información que «el propio interesado no la va a filtrar». Se trata, expuso, de datos muy concretos como fecha de la complementaria, la fecha de la notificación o quién la ha entregado.
A ello se unen las palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, antes de que Monedero presentara la complementaria, que según Mollineado si no eran una «amenaza» sí le «advertían».
Además, subraya que las palabras de Montoro «no cayeron en saco roto«, pues el responsable de Podemos presentó esa declaración complementaria. En este momento, recuerda Mollinedo, se interrumpe la prescripción de un posible delito y la notificación de la inspección no es algo urgente.
Sin embargo, subrayó, «en este caso parece que había mucho interés en notificar como fuera el inicio de la inspección y hacerlo público». En cuanto a este proceso, desde Gestha aseguraron que el cuerpo de vigilancia aduanera, que parece ser que es el que se encargó de hacerle llegar el documento a Monedero, puede hacer notificaciones, pero en casos «especiales».
Se trata, dijo Mollinedo, de situaciones en las que la persona se resiste a ser notificado o hay riesgo de violencia física. «Vigilancia aduanera no hace trabajos de forma común» para el área de Inspección de la Agencia Tributaria, pues es una especie de cuerpo «parapolicial», señaló.
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