¿Mujer?, ¿entre 1,57 y 1,85 metros?, ¿hablas inglés?, ¿sabes nadar? Si has contestado que sí, eres la candidata ideal para convertirte en la próxima azafata de Ryanair. Sin embargo, la aerolínea irlandesa oculta otras exigencias que no formula de manera pública: ¿estás dispuesta a abrirte una cuenta bancaria en Gibraltar?, ¿cotizarías como autónomo en Irlanda o en las Islas del Canal de la Mancha? ¿dispones de 2.000 euros para pagarte el curso de formación?, ¿estás dispuesta a pagarte el hotel (trabajando)?. Si has contestado que no, estás fuera del proceso de selección.
Ryanair sigue siendo la aerolínea líder en España por volumen de pasajeros, casi 27 millones y medio de personas volaron en 2013 en un avión de la compañía irlandesa. Muy lejos se encuentran los 16 millones de Vueling, o los 11 millones que se movieron con Iberia.
El negocio de Ryanair funciona, criticada por todos por llevar al límite el término ‘low cost’, la compañía presidida por el polémico Michael O’Leary es la dueña, no sólo del cielo Europeo, sino también de la mayoría de los aeropuertos españoles en los que opera.
Sin embargo, ninguno de sus empleados cotizan en España, no pagan IRPF ni Seguridad Social; sino que tienen contratos de autónomo a través de algún bróker aéreo con sede en Gibraltar, las Islas del Canal, o Irlanda. Si te despiden, no tienes derecho a paro.
Ryanair no deja ni un euro en España por los 1.500 empleados que trabajan en nuestro país. Un agravio suficiente como para que Gobierno o Comunidades Autónomas pongan el grito en el cielo, sin embargo nadie ha protestado; más bien todo lo contrario.
La compañía irlandesa sigue recibiendo subvenciones públicas procedentes de ayuntamientos y Gobiernos autonómicos, en tan sólo dos años ha recibido 800 millones de euros (30 veces más de los que haría falta para salvar a los 1.250 empleados afectados por el ERE de Coca-Cola).
UN CHANTAJE QUE LE PERMITE NO PAGAR IMPUESTOS EN ESPAÑA
No es la primera vez que un presidente autonómico o alcalde le recriminan a O’Leary que Ryanair se aproveche del dinero público y obligue a sus trabajadores a cotizar lejos de España. La respuesta del irlandés lo deja muy claro: «¡Pues me voy!». Un chantaje que mantiene con vida a aeropuertos – que sin la aerolínea ‘low cost’ – habrían quebrado hace mucho tiempo.
Tan sólo dos países se han atrevido a poner freno a las prácticas de Ryanair: Francia e Italia. ¿España? Los ministerios de Empleo o Hacienda acumulan en cajones olvidados las decenas de denuncias que sindicatos como Sitcpla (tripulantes) han puesto por la situación de los empleados.
¿QUÉ PODER TIENE MICHAEL O’LEARY EN ESPAÑA?
Mucho. Gran parte del turismo que reciben muchas regiones españolas, se sostienen gracias a Ryananir. Analicemos cuatro aeropuertos:
El aeropuerto de Girona-Costa Brava
Es el caso más llamativo. El 93% de los pasajeros que pasaron por este aeropuerto en 2013, lo han hecho a bordo de un avión de Ryanair (2,48 millones, de los 2,65 millones de personas que volaron a Girona).
Tan sólo 100 kilómetros separan a este aeropuerto del Barcelona-El Prat. ¿Qué ocurriría si Ryanair se fuera?. Una rotuna quiebra, más de dos millones de turistas menos, y un aeropuerto cadáver, inútil, un sonoro fracaso para Cataluña, y más en concreto para la provincia de Girona.
Lejos de lo que se pueda llegar a pensar, Ryanair es el dueño y señor del aeropuerto cántabro. El 80% de los vuelos que aterrizan en Santander lo hacen con la compañía de O’Leary, casi 800.000 pasajeros que mantienen a este aeródromo como en el puesto 20º por pasajeros. Sin embargo, si Ryanair se marchara, caería al puesto 32º, a la altura de otros mucho más pequeños como los de Pamplona o El Hierro.
Reus es otro ejemplo más de dominio total de Ryanair. Otro aeropuerto más en Cataluña…otro aeropuerto a tan sólo 100 kilómetros de distancia de Barcelona-El Prat. Por esta base comercial pasaron 881.521 pasajeros en 2013…622.812 volaron con la aerolínea irlandesa, un 70,6% del total. Un volumen de vuelos que consigue que una ciudad de algo más de 100.000 habitantes, tenga un aeropuerto en el puesto 21º en toda España.
Valladolid es el más pequeño de los cuatro, sus apenas 250.000 pasajeros, le colocan en el puesto 30º, de los 49 aeropuertos españoles.
Un 58% volaron con Ryanair. Si Castilla y León plantara cara a O’Leary, Valladolid caería al puesto 34º, a la altura de pequeñas bases como la de León o Badajoz.