A menudo, las familias buscan actividades extraescolares para que sus hijos se puedan desarrollar tanto a nivel personal como social. Para ello, la práctica de voleibol es una oportunidad excelente para que los jóvenes puedan disfrutar de una alternativa de ocio y recreación saludable, formándose como deportistas. En este sentido, el Club Voleibol Boadilla (ABV) ha experimentado un crecimiento que le ha permitido consolidarse como una referencia dentro de esta disciplina en la Comunidad de Madrid. Tanto es así que, actualmente, este club de voleibol cuenta con más de 1.000 niños inscritos entre equipos federados y escuelas.
Una apuesta por los valores deportivos
El Club Voleibol Boadilla desarrolla sus actividades y enseñanzas a través de un método que se basa en 3 pilares educativos: la persona, la familia y la relación entre iguales. En este marco, los directivos de este club de voleibol buscan inculcar valores deportivos a los jóvenes, por lo que siguen una metodología que difiere a la que se aplica en otras disciplinas. De esta manera, los entrenadores con mayor experiencia y rango se encuentran en las categorías inferiores, lo que permite generar una base firme para un aprendizaje sólido.
Además, el crecimiento notable de este proyecto y su estructura en los últimos 5 años han posicionado a la ABV como una cantera cada vez más importante para la conformación de las futuras selecciones autonómicas. Así, los 3 fundadores del Club Voleibol Boadilla han logrado convertir su pasión en una profesión, continuando un camino de deporte y amistad que los ha ligado desde la infancia.
Un deporte universal con beneficios diversos
Si bien el voleibol es la disciplina deportiva que ocupa el tercer escalón a nivel global en cantidad de licencias federativas, la captación de talento no resulta sencilla al tener que competir con el baloncesto. Pese a que estas actividades admiten muchos biotipos diferentes, la estatura amplifica las posibilidades de desarrollo competitivo de los niños. De cualquier modo, el voleibol es una herramienta clave para promover la cooperación, ya que todas las jugadas son compartidas. De hecho, no es posible puntuar sin colaborar con otros integrantes del equipo.
Asimismo, es considerado como el deporte mindfulness por excelencia debido a que su práctica requiere de atención plena en todo momento. Esto resulta indispensable para la progresión, puesto que permite poner foco en la situación de juego para controlar un balón que vuela a velocidades altas. Finalmente, en tiempos en los que la vida digital absorbe una gran cantidad de horas en los jóvenes, asistir a un club de voleibol es una oportunidad para potenciar habilidades múltiples y evitar la dispersión mental.
En la comunidad de Madrid, el Club Voleibol Boadilla lleva a cabo una propuesta educativa, deportiva, personal y social para que los niños de la zona disfruten del voleibol por medio de su propio autoconocimiento y responsabilidad.