Las exigencias de la nueva regulación bancaria hacer que al banco no le sea rentable prestar dinero.
Los resultados anuales presentados durante las semanas anteriores por las principales entidades financieras españolas ya apuntaban tendencias. «El crédito no crecerá en 2015 o lo hará mínimamente», así lo afirmaba David Cano, Director General de Afi, Inversiones Financieras Globales (Eafi) durante el #desayunotwecos sobre Perspectivas 2015: retos y oportunidades para las empresas españolas organizado por Crédito y Caución. Entre las causas del nulo crecimiento Cano apuntaba a las exigencias de la nueva regulación bancaria, «mucho más estrictas y que hacen que al banco no le sea rentable prestar dinero».
Para el Director General de Afi, esto no es del todo negativo, ya que sienta las bases para un principio de cambio en el modelo financiero «similar al de Estados Unidos» por el que las empresas deberán optar por buscar vías de financiación alternativa, «entre ellas las ampliaciones de capital». Opción que también requiere de crédito y que si no termina de fluir, deberá provenir de «la entrada de nuevos accionistas en las compañías».
Cano ha querido destacar que es el «alto nivel de endeudamiento» lo que frena la concesión del crédito por parte de la banca tradicional, y no tanto los costes financieros ya que durante los últimos años «sí se ha producido una rebaja» de los mismos.
Otra de las cuestiones que Fernando González de Urbaneja, periodista y Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, ha puesto encima de la mesa de cara a la mejora de competitividad de nuestras pymes es la necesidad de «recuperar los pagos» y la «estimulación del crecimiento y desarrollo del tamaño empresarial» hasta lograr una que una composición del tejido «en la línea con la de países como Alemania».
Grecia, la gran incertidumbre
El optimismo sobre las perspectivas macroeconómicas de España ha sido una de las constantes durante la jornada. Tanto David Cano, como María Muñoz, Asesora Financiera en AndBank España, y Miquel Roig, Corresponsal de la UE del Diario Expansión, han coincidido en que las previsiones de crecimiento «se infravaloran» y podrían alcanzar crecimientos en el PIB de «entre el 2,5 y tres por ciento». Una cifra calculada a tenor de una coyuntura marcada por la depreciación del euro, el abaratamiento del precio del crudo y una política monetaria expansiva impulsada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
Sin embargo existen incertidumbres que podrían hacer tambalearse de nuevo la economía. El conflicto de Ucrania, las sanciones a Rusia y el agitado periodo electoral serán claves para la evolución de la economía europea en 2015. Pero será Grecia la principal protagonista de las incertidumbres y, a su vez, quien marque las pautas. Roig apuntó al «ejercicio de equilibrismo» al que debe enfrentarse el Gobierno heleno que deberá decir sí o no a la Troika. En caso de seguir oponiéndose, Tsipras se vería abocado a convocar nuevas elecciones para afrontar «si salen o no del euro». Decisión que pasaría por una «más que probable» destitución de Varoufakis por un sucesor de corte más moderado.
Aún con todo, el principal riesgo que, según los expertos de la mesa, podría derivarse de la crisis griega, es que ante la negativa de impago de la deuda, Grecia continuase formando parte del euro pero sin acceso a las líneas de financiación del BCE de las que ahora dispone. Una circunstancia que ahogaría la economía real griega y podría derivar en un «corralito» a la europea.
Con respecto al contagio de la situación griega en la economía española, los riesgos son «mínimos», explicaron, ya que el 75 por ciento de la deuda de Grecia corresponde al sector oficial (BCE y BEI – Banco Europeo de Inversiones), y los periodos de vencimiento tanto de avales (año 2022) como de principal (año 2040) posibilitan que «haya cuatro o cinco cambios de Gobierno».
Todo ello induce a que a pesar de mantener la alerta «no creemos ni que los riesgos de la desaceleración lleguen a materializarse, ni que se entre en una nueva recesión en Europa», concluyó María Muñoz.