La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) estima que el déficit público del conjunto de las administraciones públicas españolas cerró el año «muy cerca» del 6,8% del PIB, tres décimas por encima del objetivo pactado con Bruselas y en línea con el desequilibrio registrado en 2012.
En su último número de Cuadernos de Información Económica, Funcas señala que de confirmarse su estimación «significaría que el avance en 2013 en el proceso de consolidación fiscal habría sido nulo». Desde la Fundación recordaron que «hay que tener en cuenta que la estacionalidad de los últimos meses del año es muy negativa». Así, señalan que «incluso aunque se espera que las corporaciones locales logren un superávit en torno al 0,4% del PIB, es muy probable que dicho objetivo sea superado».Los últimos datos del Ministerio de Hacienda apuntan que entre enero y noviembre el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas, a falta de las corporaciones locales, se situó en el 5,44% del PIB. Además, afirman que este déficit, más las necesidades de endeudamiento derivadas de las «cuantiosas» operaciones financieras netas, elevarán previsiblemente la deuda pública en unos 10 puntos porcentuales del PIB, hasta cerca del 96%.
Respecto al empleo, la Fundación de las Cajas de Ahorros asegura que el efecto de la reforma laboral del año 2012 en la reducción del desempleo ha sido, hasta el momento, «casi nulo», y defiende que son necesarios «esfuerzos adicionales». También subraya que las caídas en el desempleo registradas en los últimos trimestres se deben principalmente a la reducción de la población activa. En este sentido, apunta que «una vez eliminado de los cálculos el efecto de la disminución del número de activos, la tasa de paro en 2013 permanece prácticamente constante en el 27,29%, es decir, el efecto de la reforma de 2012 es casi nulo».
En cuanto al resto de aspectos de la reforma, el informe de Funcas apunta que «en general» los resultados de la reforma son «discretos». «A lo sumo, se ve un moderado cambio de tendencia que es a todas luces insuficiente dada la magnitud de los problemas que afronta el país», añade la fundación. Sobre la evolución de los salarios, la fundación considera que se ha registrado una «ligera moderación» que «no ha afectado por igual a todos los niveles de ingresos».En concreto, Funcas advierte que esta moderación ha recaído «de forma desproporcionada sobre los trabajadores de la zona baja», lo que ha provocado un incremento de la desigualdad en el país desde febrero de 2012.
Por otro lado, la fundación critica que tampoco se ha cumplido otro de los objetivos planteados con la reforma, como es la reducción en la brecha entre los contratos temporales y los indefinidos. Según Funcas, estas diferencias «siguen siendo igual de grandes que antes de la reforma» y considera que no se reducirá «mientras se permita a las empresas cubrir puestos de trabajo no temporales con contratos temporales».El informe apunta que, si bien la reforma «redujo la protección en los contratos indefinidos, dejó prácticamente intactas las condiciones en las que las empresas pueden contratar y despedir a trabajadores tem¬porales», por lo que «la brecha entre estos dos gru¬pos de asalariados sigue siendo muy grande y las empresas siguen recurriendo a la temporalidad como colchón ante cualquier ajuste».
Otro de los problemas que según Funcas es necesario corregir es el sistema de políticas activas, que está más enfocado a «subvencionar la creación de puestos de trabajo», y que debería centrarse en la mejora de la productividad y ligando las políticas pasivas (como los subsidios) a las activas