La reducción del empleo fue el principal instrumento utilizado por las empresas españolas entre 2010 y 2013 para ajustar costes, según el Banco de España, que también sostiene que casi el 50 % de las empresas cree que ahora es más fácil despedir por razones económicas que en 2010.
Estas conclusiones forman parte de un análisis, publicado en el boletín de octubre del Banco de España, de la última encuesta de formación de salarios de Wage Dynamics Network, que preguntó a las empresas españolas por su reacción a las perturbaciones que les afectaron entre 2010 y 2013 y cómo percibieron el grado de flexibilidad aportado por las reformas laborales.
El análisis explica que la reducción del empleo, tanto el indefinido como especialmente el temporal, fue el principal instrumento de ajuste usado por las empresas españolas ante el deterioro de la situación económica, aunque afirma que las reformas del mercado laboral «han flexibilizado la forma en que las empresas españolas pueden ajustarse ante condiciones económicas adversas».
Así, ante una caída moderada de la de demanda, las empresas optaron en su mayoría por reducir el empleo temporal y los pagos salariales de carácter variable, aunque la proporción de empresas que también disminuyó el trabajo indefinido fue elevada.
En cambio, ante una fuerte disminución de la demanda, el empleo permanente pasó a ser la fuente principal de ajuste.
En total, el 47 % de las empresas aseguró haber reducido el trabajo temporal y el 34,2 % el empleo indefinido.
Asimismo, el análisis destaca que las reducciones de salario base «fueron bastante infrecuentes» (41,4 % de empresas dijo que se mantuvo sin cambios), mientras que sí se usó el componente variable de la rentas (casi el 40 % de las empresas ajustaron en este aspecto).
El Banco de España subraya que estos resultados no varían de forma significativa las conclusiones obtenidas por las dos ediciones anteriores de la encuesta, realizadas en 2008 y 2009.
Por otro lado, y en comparación con los países europeos, las empresas españolas mostraron mayor rigidez de salarios, mayor reducción del empleo temporal y menor reducción del empleo indefinido que la media europea.
En otro sentido, casi el 50 % de las empresas españolas consideró que en 2013 era más fácil despedir con razones económicas que en 2010, tras las reformas laborales aprobadas por el PSOE en 2010 y el PP en 2012.
También señalaron, en un porcentaje similar, que era más sencillo efectuar despidos colectivos, mientras que en el entorno de una de cada tres vieron más fácil ajustar las horas por empleado, modificar las tareas de los trabajadores o ajustar los salarios.
El análisis concluye que detrás de estos cambios en las percepciones pueden encontrarse diferentes razones, desde los cambios legales hasta el impacto de la crisis en la actitud de empresarios y trabajadores.
EFECOM