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El día después en Escocia: ¿y si gana el "sí"?

Escocia decide hoy su futuro. Hoy se celebra un referéndum histórico, que podría suponer la separación de Reino Unido, después de 300 años formando parte de él. Más de cuatro millones de votantes pueden desde esta mañana depositar su voto en una consulta vinculante y que es posible gracias al acuerdo entre Edimburgo y Londres.

La situación planea muchas incógnitas: una Escocia independiente ¿podría mantener la libra? ¿qué pasará con su deuda? ¿qué harán las empresas? ¿cómo reaccionarán los mercados?

Aunque los resultados no se conocerán hasta mañana, pero ya se han hecho cientos de previsiones y especulaciones. Muchos expertos han señalado que la independencia de Escocia sería un error. De esta opinión es el economista jefe del Deutsche Bank, David Folkerts-Landau. Ha señalado, en declaraciones a la BBC, que la victoria del ‘sí’ en el referéndum entraría en la historia como un enorme error político y económico.

En Gestiona Radio, Javier Dominguez, de Auriga, también cree que la escisión tendría consecuencias negativas en la economía de Escocia, la primera de ellas una rebaja de rating (el de Reino Unido es AA+) lo que aumentaría los costes de Escocia para poder financiarse.

Y es que uno de los puntos de incertidumbre es qué pasará con la deuda de Escocia si gana el «sí». Gerard Vaqué, responsable del renta fija del centro de inversiones de Deutsche Bank, cree que no es un asunto demasiado grave, ya que en un principio Escocia asumiría si deuda, como ha asegurado el Gobierno británico. Pero si no lo hace, Reino Unido podría asumirla sin demasiados problemas: el porcentaje de deuda sobre PIB pasaría de niveles algo superiores al 80%, a estar en torno al 100%).

Otra pregunta que está en el aire es qué moneda usaría una Escocia independiente. En principio hay tres posibilidades: mantener la libra esterlina, adoptar el euro o acuñar una nueva moneda propia. Desde el principio, los independentistas aseguraron que una Escocia independiente seguiría usando la libra en una unión monetaria con Reino Unido restante. Pero los tres partidos tradicionales y el gobernador del Banco de Inglaterra han negado esa posibilidad, que obligaría a Reino Unido, por ejemplo, a rescatar a los bancos escoceses en caso de crisis financiera. Por el momento la pregunta no tiene respuesta, pero para Daniel Lacalle, gestor de fondos de inversión en la City, lo que sí está claro es que esta situación afecta a la libra; ya la hemos visto sufrir una enorme caída frente al euro y también se notaría un impacto económico por el retraso de inversiones.

En este sentido, Alexis Ortega, socio director de Finagentes Gestión, recuerda que incluso si sale el «no», habrá que hacer cambios, lo que ya supone un riesgo para el crecimiento económico, y pospondrá el momento de subir los tipos de interés en Reino Unido, lo que supone también un riesgo para la libra.

Y es que David Cameron, el primer ministro británico también ha garantizado que si gana el «no», se harán más concesiones a Escocia. Además hay que tener en cuenta que, como recuerda Josep Prats, de Abante Asesores, sea cual sea el resultado, habrá 18 meses posteriores de negociación, para establecer los términos de la relación de Escocia con el Reino Unido.

En todo caso, pase lo que pase hoy, las aguas ya están revueltas ¿Cómo puede afectar toda esta situación a la economía y a los mercados? Desde Goldman Sachs, aseguran que la secesión tendría consecuencias «severamente negativas para la economía escocesa y británica a corto y medio plazo» y sería un severo golpe a los mercados. Para Miguel Larrañaga, autor del blog bursátil markettiming.info, no hay un motivo real para las turbulencias. En su opinión, el mercado solo ha buscado una excusa para las ventas, pero en realidad si Escocia se independiza no se notará demasiado, ni siquiera en el empleo

Pero las empresas no se lo creen del todo y sí están preocupadas. Muchas han anunciado su marcha de Escocia si gana el sí. Es el caso de los bancos Royal Bank of Scotland, Lloyds, o la aseguradora Standard Life. También firmas como Bristish Petroleum o Shell temen lo que pueda pasar. Y no solo empresas escocesas están pendientes de lo que pase; el responsable de uno de los mayores proveedores para el sector de defensa británicos, la francesa Thales, ha expresado su preocupación por los empleos y las inversiones si Escocia vota a favor de salir del Reino Unido. También firmas españolas con intereses allí están muy pendientes de lo que pueda pasar y pensando ya en sus opciones. Es el caso del Banco Santander, Iberdrola o Telefónica.

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En este punto hay que recordar que el líder escocés independentista, Alex Salmond, ha criticado que se fomente el miedo entre las empresas y los escoceses. De hecho, hace unos días, llamaba «idiotas» a las empresas contrarias a la independencia, por fomentar el miedo entre los escoceses y promover el no en la votación que se celebra el jueves.

De cara a nuestro país, no podemos evitar la comparativa con la situación en Cataluña. Ha hablado sobre ello Albert Peters, ex presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana, portavoz de la plataforma «Cataluña sin Europa No» y uno de los firmantes de la Declaración de Barcelona. Peters señala que no cabe comparación, ya que la situación es muy distinta: Escocia busca una solución contando y negociando con el Gobierno de Inglaterra. Pero Cataluña y el Gobierno español, según Peters, están enfrentados.

Hoy mismo, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy se ha pronunciado sobre ello en el Congreso de los Diputados, para alertar de los riesgos de una consulta de autodeterminación y un hipotético proceso de secesión posterior. Ha aprovechado para dejar claro que cualquier región que se independice, no lo tendrá fácil para entrar de nuevo en la Unión Europea. Pero lo cierto es que estas amenazas, no parecen amedrentar a ningún líder independentista.

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