El exsuegro de Jordi Pujol Ferrusola, Ramón Gironés Pagés, ha admitido ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que pidió un 3 por ciento por intermediar en una operación urbanística en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que se llevó a cabo en 2005, aunque ha aclarado que el hijo del expresidente de la Generalitat no participó en ella en ningún momento, según fuentes jurídicas presentes en la declaración.
Gironés Pagés, que ha sido uno de los siete imputados que ha declarado esta mañana en la causa en la que se investiga a Jordi Pujol Ferrusola y su esposa, Mercè Gironés, por el cobro de comisiones ilegales a cambio de la mediación en adjudicaciones públicas, ha admitido su participación en este negocio, que ha calificado de «puntual y excepcional», y ha aclarado que finalmente cobró un uno por ciento del precio de venta.
Según un informa de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), los terrenos fueron comprados por Novensauro Inmobles, filial de la constructora Copisa, a la sociedad Focio y reportaron al exsuegro de Pujol Ferrusola un total de 300.000 euros (el 1 por ciento) después de que los hijos del propietario de la empresa, que falleció el mismo mes que se cerró el acuerdo, se negaran a pagar el 3 por ciento solicitado.
Pagés Gironés, que era director de Servicios en el Ayuntamiento de Barcelona y miembro del Consell Comarcal, ha explicado que se repartió esta comisión con Xavier Corominas, que trabajaba en el Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento de Barcelona y ayudó al propietario de Focio en los trámites técnicos y jurídicos que tenían que hacer para cerrar la operación.
Tras señalar que se le «abrió el cielo» al saber que le iban a ofrecer un 3 por ciento, el imputado ha dicho que «por elegancia», ya que trabajaba en la Administración, pidió que la factura fuera a nombre de su esposa, Mercè Riera, también imputada en el procedimiento. «Yo soy una señora de mi casa dedicada a mi familia. Firmé lo que me dijo mi marido», se ha limitado a explicar la mujer.
EUROPA PRESS