El Foro Industria y Energía (FIE) ha reclamado que el desarrollo industrial sea considerado como una cuestión transversal que implique a todos los actores sociales, empresariales y políticos, y ha hecho un llamado para reconciliar la política industrial y la energética, un hecho «indispensable» para el futuro del sector.
Así lo ha expresado en el manifiesto ‘España necesita industria y la industria necesita energía’, en el que la patronal recuerda que tal y como ha demostrado la pandemia, la industria «es un elemento fundamental para el mantenimiento del empleo; la cohesión territorial y social; y, en definitiva, el pleno desarrollo de nuestro país».
El miembro del FIE, Javier Santacruz, ha explicado que hasta la fecha siempre se ha hablado de industria y energía «en momentos de crisis o de necesidades concretas, como la que ha generado el actual incremento de los precios de la energía».
«Nos hemos limitado a poner parches, hemos ido construyendo un problema, un conflicto entre los objetivos de la política industrial y de la política energética, y tenemos como misión reconciliar estos dos aspectos que, en realidad, son dos caras de la misma moneda», ha enfatizado Santacruz.
Más allá de la situación coyuntural generada por el incremento de los precios de la energía, el FIE pretende contribuir a la competitividad del sector industrial, aportando una visión técnica y económica global, con proyección de futuro y donde se integren todos los actores de la cadena de valor de la producción y el consumo de energía en la industria.
El manifiesto, que consta de cinco puntos, destaca también que, para garantizar una gestión eficiente de la energía en la industria, el actual proceso de transición energética exige valorar todas las tecnologías y soluciones de economía circular que contribuyan a avanzar en el objetivo establecido por la Ley del Clima Europea para alcanzar la neutralidad climática de la Unión Europea en 2050.
El texto reclama asimismo una gestión energética eficiente que permita a la industria cubrir con garantías sus necesidades para incrementar su competitividad; valorar todas las tecnologías y soluciones de economía circular que contribuyan a avanzar a los objetivos de neutralidad climática; y una mayor apuesta por la investigación y el desarrollo que impulse la independencia energética española con el desarrollo de energías renovables, la cogeneración y los recursos autóctonos.