El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) registró unas pérdidas de 950 millones de euros en 2017, lo que supone una reducción del 40% respecto a los 1.693 millones de déficit que presentó el ejercicio anterior.
Así lo indicó el organismo este martes tras la aprobación de sus cuentas anuales de 2017 por parte de la Comisión Rectora del Frob. Según el Frob, la reducción de las pérdidas se explica por una disminución en los deterioros registrados por la valoración contable de sus participadas (especialmente en su participada BFA).
En cuanto al resultado de explotación, fue positivo, situándose en los 38 millones de euros, frente a los 48 millones negativos del ejercicio 2016, “debido fundamentalmente a una menor necesidad de dotación de provisiones por EPAs y garantías, consecuencia de la evolución de sus pérdidas esperadas”.
En relación con el pasivo, el Frob se financió “básicamente mediante el préstamo recibido del Estado, que a 31 de diciembre de 2017 tenía un saldo de 10.456 millones de euros, lo que hace que el resultado financiero de la institución sea recurrentemente negativo, ya que los activos no generan ingresos financieros suficientes para compensar dicho gasto”.
Además, en 2017 estos gastos se vieron reducidos “gracias a la conversión del préstamo realizada a mediados de 2017 por 3.000 millones de euros, conversión que reduce el pasivo del Frob y aumenta la partida de fondo patrimonial por ese mismo importe”.
En lo que respecta al patrimonio neto del Frob, fue positivo, por un total de 436 millones de euros, con un activo que ascendió a 11.777 millones de euros y un pasivo de 11.341 millones.
Entre los principales movimientos registrados en los estados financieros del Frob en 2017, destacan la aprobación de la fusión por absorción de BMN por parte de Bankia, con un impacto positivo en cuenta de resultados de 60 millones de euros.
El organismo también destaca el deterioro de su inversión en Sareb por un total de 947 millones de euros (841 correspondientes a la participación en capital y 106 millones de la deuda subordinada). Este deterioro, según el Frob, es consecuencia «de la comparación del valor de la participación del Frob en el capital y deuda subordinada de Sareb en libros con el valor actual de la previsión de flujos de efectivo futuros, considerando las proyecciones de recuperación obtenidas del plan de negocio aprobado por la compañía».