Los líderes del G7 han expresado su determinación para aislar aún más económica y financieramente a Rusia, incluyendo el compromiso de adoptar medidas que nieguen a este país el estatus de «nación más favorecida» en relación con productos clave, revocando así importantes beneficios de la membresía de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que abriría la puerta a la imposición de aranceles a los productos rusos.
«Seguimos resueltos a aislar aún más a Rusia de nuestras economías y del sistema financiero internacional. En consecuencia, nos comprometemos a tomar medidas adicionales tan pronto como sea posible», recoge la declaración de los líderes del G7, en el que participan Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Desde la Unión Europea, que cuenta con representación política en las reuniones del G7, se apunta que la medida ha sido ya discutida a nivel expertos de los Veintisiete y la Comisión Europea está ultimando la propuesta definitiva para que sea adoptada formalmente en los próximos días.
En este sentido, la declaración del G7 contempla en primer lugar realizar los esfuerzos necesarios, de conformidad con los respectivos procesos nacionales, para tomar medidas «que nieguen a Rusia el estatus de nación más favorecida en relación con productos clave».
«Esto revocará importantes beneficios de la membresía de Rusia en la Organización Mundial del Comercio y garantizará que los productos de las empresas rusas ya no reciban el trato de nación más favorecida en nuestras economías», señalan.
Sobre esta cuestión, los líderes del G7 han expresado su satisfacción con la preparación en curso de una declaración por parte de una amplia coalición de miembros de la OMC anunciando la revocación de la
condición de nación más favorecida en el caso de Rusia.
Por otro lado, el grupo ha anunciado sus esfuerzos encaminados a que Rusia obtenga financiación de las principales instituciones financieras multilaterales, incluidos el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, mientras que ha celebrado la agilidad del FMI y el Grupo del Banco Mundial para prestar asistencia financiera a Ucrania.
Asimismo, los países del G7 se han comprometido a seguir la campaña de presión contra las élites rusas, así como a sus familias y sus facilitadores, para lo que se ha puesto en marcha un grupo de trabajo específico, que tendrá como objetivo los activos de los oligarcas próximos al presidente ruso, Vladimir Putin.
En este sentido, los líderes se han comprometido a acabar con la evasión y a cerrar las lagunas para eludir las sanciones internacionales, incluyendo el uso de activos digitales como medio para evadir o compensar el impacto de las mismas, lo que limitará aún más su acceso a la sistema financiero mundial.
«Nos comprometemos a tomar medidas para detectar e interceptar mejor cualquier actividad ilícita, e impondremos costes a los actores rusos ilícitos que utilizan activos digitales para mejorar y transferir su riqueza, de conformidad con nuestros procesos nacionales», han advertido.
Por otro lado, han expresado su disposición a imponer más restricciones a las exportaciones e importaciones de bienes y tecnologías clave en la Federación Rusa, con el objetivo de negar ingresos al país y garantizar que los ciudadanos de los países del G7 no financian la guerra del presidente Putin.
Además de los planes anunciados, haremos más esfuerzos para reducir nuestra dependencia de la energía rusa, mientras nos aseguramos de hacerlo de manera ordenada y de manera que el mundo tenga tiempo para asegurar suministros alternativos y sostenibles. Además, las empresas del sector privado se están yendo de Rusia con una rapidez y una solidaridad sin precedentes. Apoyamos a nuestras empresas que buscan una retirada ordenada del mercado ruso.
«La acción conjunta anunciada hoy revocará el trato de nación más favorecida para los productos rusos por parte de las economías más grandes del mundo, negando así a Rusia los beneficios de la membresía en la Organización Mundial del Comercio», ha destacado la representante comercial estadounidense, Katherine Tai.
«Putin y su Gobierno deben pagar un alto precio económico y diplomático por la invasión de Ucrania, y continuaremos asociándonos con otros miembros de la OMC para aislar aún más a Rusia en las instituciones multilaterales», ha sentenciado.