El Gobierno destinará el 53,5 por ciento de las partidas a creación de empleo, becas, ayuda a las familias e I+D
«Austeridad que no recortes», lo adelantaba el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, el pasado 10 de julio cuando presentó el techo de gasto para 2016. Los 123.394 millones de euros que tendrá el Gobierno de límite el año próximo (4,4 por ciento menos) se han redistribuido de tal manera el gasto social se incrementa un 3,8 por ciento. Con esta subida las partidas que el Ejecutivo considera «fundamentales» como las destinadas a la creación de empleo, aumento de la cuantía de las becas de estudios, investigación o mejora de ayuda a las familias, entre otras, serán las que ser repartan el 53,5 por ciento del total del gasto, o lo que es lo mismo, mas de 66.000 millones de euros.
Así lo ha explicado el presidente del Gobierno Mariano Rajoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se ha aprobado el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que el próximo martes se presentará en el Congreso de los Diputados. La obsesión del Gobierno porque la recuperación llegue cada vez a más gente y la mejora de la economía son la esencia de unos presupuestos que continúan con la, en palabras Rajoy, «ingrata y difícil tarea de la consolidación fiscal».
Durante su comparecencia Rajoy se ha limitado ha detallar las líneas generales del proyecto de PGE que se remitirá a las Cortes Generales. Un ‘por mayor’ que recoge la mejora del 8,75 por ciento más (7.462,8 millones de euros) en la financiación a las Comunidades Autónomas, a las que el presidente ha instado a «ser coherentes» y cumplir con los objetivos de déficit para el periodo 2016 – 2018 «el déficit público hay que cumplirlo, no es una decisión caprichosa de nadie y así se recoge en nuestra constitución».
Otra de las novedades, adelantadas ya esta misma semana, es el incremento de la partida destinada a las pensiones. Como ya se viene produciendo desde hace dos años el año que viene éstas subirán un 0,25 acorde con el mínimo establecido en la Ley de reforma de las Pensiones del año 2013.
Los pensionistas no son los únicos a los que se reconoce el «esfuerzo» de estos años de crisis. El Gobierno vuelve a apostar por el sector público en unos presupuestos que incrementan el gasto de personal un 4,9 por ciento, hasta los 16.839 millones de euros. Crecimiento que en gran medida se debe a que los PGE de 2016 asumen la subida salarial del 1 por ciento a los funcionarios a quienes, además, se les restituirá el 50 por ciento de la paga extra de 2012 y el sexto día de moscosos. Por otra parte, se recupera la oferta de empleo público a niveles pre-crisis, ya que los PGE establecen una tasa de reposición del 100 por cien para los sectores prioritarios a los que se añaden servicios sociales, servicio público de empleo e instituciones penitenciarias, y del 50 por cien para el resto.
En resumen, y según ha explicado el presidente del Gobierno «de cada 100 euros, 39 se dedicarán a pensiones, 7 a desempleo, 8 a gastos sociales, 14 a las aportaciones a las Comunidades Autónomas y 10 al pago de intereses de la deuda».
Bajada de impuestos
A lo que habrá que esperar, al menos hasta el próximo martes, es para conocer si habrá o no más rebajas de impuestos. Si bien Rajoy ha reconocido que «los españoles pagarán, al final de la legislatura, menos IRPF», la reducción del IVA turístico o el de aquellas profesiones que lo vieron incrementados en 13 puntos (del 8 al 21), queda al albur de la consolidación de la política fiscal y la creación de empleo.
Será también el ministro Montoro quien aclare en el Congreso si finalmente se incrementarán las cotizaciones sociales o si, en el caso de los autónomos, se destinarán parte de las mismas a financiar las nuevas actuaciones de formación profesional para el colectivo, que pasa a ser protagonista en la nueva Ley de Formación para el Empleo que el presidente ha calificado de «importantísima».
En lo que sí ha insistido es en que, desde el Gobierno, se profundizará en el «proceso callado, pero que está» de reforma de las Administraciones Públicas, con la que se han suprimido 2.297 entes públicos y ha generado unos ahorros de 29.600 millones de euros.
Superávit primario
«Se cierra una etapa dificílisima y se abre otra de crecimiento sostenido. Entamos en una etapa de más competitividad, más crecimiento y empleo», con esta frase Rajoy resumía el balance de una legislatura en la que el actual Gobierno heredó una «situación de prequiebra» con un déficit del 9 por ciento a «una situación más razonable» en la que se ha rebajado el déficit en más de 6 puntos y en la que se alcanzará el equilibrio presupuestario en apenas dos años. El Presidente del Gobierno ha destacado que el año próximo alcanzaremos el superávit primario y saldremos del proceso por déficit excesivo de la unión europea.
El escenario macroeconómico sobre el que trabaja el Gobierno es el de ser el país de la OCDE con mayor crecimiento del PIB este año, un 2,9 por ciento, cuatro décimas más que Reino Unido (2,4 por ciento), nueve más que Estados Unidos y 1,3 puntos más que Alemania. Una recuperación que tal y como ha puesto de manifiesto «no va acompañada de una escalada de la inflación», y a la que se suman los récords en exportaciones de bienes (+4 por ciento) y servicios (+6 por ciento). Todo ello permite a la economía española ganar en competitividad, y que se reforzará además, con el incremento del 4,6 por ciento en inversiones reales que el Gobierno tiene previsto para el año próximo.
Sin embargo el proceso no está exento de riesgos. Entre ellos y, además del déficit, la incertidumbre política derivada de intenciones como la del independentismo catalán o realidades como la de la llegada a los gobiernos autonómicos y locales de «grupos cuya única propuesta es liquidar la política económica que hemos llevado a cabo», sentenciaba Rajoy.
Fuente gráficos: Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas